La nostalgia en el mundo del motor se ha traducido, en muchas ocasiones, en la conversión de vehículos clásicos en coche eléctricos, los denominados retrofit, que meten mecánicas de cero emisiones en vehículos clásicos. Es el caso de Vicesat, un conocido influencer español que ha convertido por su cuenta y riesgo en eléctrico un Volkswagen Escarabajo, una transformación que acaba de subir a su canal de vídeo mostrando cómo ha sido todo el proceso completo.
Lo primero que comenta Vicesat en su video grabado especialmente para la ocasión, es que para acometer una empresa tal, es importante elegir cuál es el coche que se va a transformar; y lo bueno que tiene el Beetle es que, como se fabricaron tantos, las unidades en el mercado de segunda mano abundan, por lo que no es complicado encontrar una en buenas condiciones y a un precio relativamente bajo.
Señala que se puede encontrar unos por unos 5.000 euros, una cifra relativamente asequible, aunque el problema será que seguramente las baterías que utilices tendrán prácticamente el mismo coste.
Otro punto a favor de utilizar un clásico para un proyecto así es que, dado que hay que desmontar el coche casi por completo, esto es mucho más sencillo en automóviles antiguos; y según comenta, lo único que es más complicado es sacar el motor, aunque con algo de ayuda y tiempo es bastante factible. De esta manera, quitando el bloque podría reemplazarse de manera directa por uno eléctrico, aunque el influencer señala que no es la mejor opción por varios motivos.
El primero es que si el coche tiene muchos años conviene repasar como están sus distintos componentes y arreglarlos o acondicionarlos en el caso de que sea necesario; y el segundo es que, como el motor eléctrico elegido seguramente vaya a tener más potencia que el original, se hace necesario actualizar algunos elementos, siendo el más destacado el de los frenos, que van a tener que lidiar tanto con un mayor rendimiento como con un peso más elevado consecuencia de las nuevas piezas instaladas.
Una de ellas son las baterías, que son las que más kilos añaden y las más voluminosas, así que encontrarles hueco es uno de los principales problemas.
La solución en el caso del Beetle está en el hueco del maletero delantero, que permite meter seis módulos de baterías de Tesla; mientras que en la parte trasera también hay trabajo, puesto que encajar todos los componentes de la manera adecuada no es sencillo. Lógicamente sin conocimientos y/o herramientas es imposible, pero con el equipo adecuado consiguieron dejarlo rematado de manera muy profesional.
Mención especial hace a todo el conocimiento de electrónica que hay que tener para que todo esté bien calibrado y funcione como debe, incluyendo detalles curiosos como el hecho de que el sistema de refrigeración sea el mismo que se utiliza en los ordenadores, rellenando los tubos de anticongelante para evitar que suba la temperatura más de lo adecuado.
El sistema se repite, pero a mayor escala (radiador más grande, más ventiladores, etc.) para las baterías. Además, teniendo en cuenta que las baterías son de un Tesla y el conector es el original, el Beetle se puede cargar en la red de supercargadores de la compañía estadounidense.
En uno de los viajes de prueba que muestra, Vicesat dice que consigue una autonomía de unos 250 kms, gracias a un consumo de 10 kWh/100 km; y señala que ese resultado, que es mucho más bajo de lo habitual en coches eléctricos nuevos, es circulando por autopistas, así que en realidad en condiciones más amables como en la ciudad, podría ser incluso menor.
Vicesat asegura que ya le ha hecho 7.000 kms. a su nuevo clásico electrificado, y que está disfrutando de él porque es un coche de imagen clásica, pero sin los problemas típicos de los coches clásicos, y con ventajas añadidas como un comportamiento mucho más silencioso, una potencia mayor, una aceleración que nada tiene que ver con la original y la posibilidad de alcanzar hasta 200 km/h.