Citroën está estudiando, esta vez en serio, la posibilidad de resucitar uno de sus coches clásicos más queridos, el mítico 2CV, cuyo modelo original se fabricó entre 1948 y 1990, convirtiéndose en un icono popular, en lo que vendría a ser una especie de emulación del éxito del recientemente aparecido Renault 5.
De esta manera, Thierry Koskas, CEO de la marca, ha confirmado que su empresa pretende aprovechar la gran popularidad del modelo en su día y la moda entre las marcas más tradicionales de revivir los coches "retro". En este sentido, Koskas ha afirmado que «la marca tiene una historia increíble y creo que todavía atrae a mucha gente. Cuando viajas por todo el mundo, la gente conoce el 2CV. Queremos aprovechar ese legado. Ya veremos cómo lo hacemos, pero sí, queremos aprovecharlo».
De este modo, el directivo ha rfeconocido que Citroën pretende volver a ser «atrevida e impactante» a la par que asequible, al explicar que «hay diferentes maneras de expresarlo, a través de nuestros productos y nuestra forma de comunicarnos. Hemos vuelto a ser atrevidos en nuestra forma de comunicarnos. Pero en el futuro, necesitamos algunos modelos icónicos que sorprendan, ya sea por su diseño, sus características o lo que sea».
Así las cosas, aunque la gama Citroën se basará en los próximos años en cuatro pilares: el C3, el C3 Aircross, el C4 y el C5 Aircross, Koskas no ha descartado el lanzamiento de modelos adicionales; eso sí, ciñendose a los segmentos B y C, por lo que no habrá modelos más pequeños que el C3 (4.02 metros) ni más grandes que el C5 Aircross. En esta linea, ha aseguradoi que «no tenemos intención de reducir el tamaño [de nuestros coches]. Estoy muy contento de centrarme en los segmentos B y C. Ese es mi campo de juego».
Para encajar un hipotético remake del 2CV en esta gama, la compañía podría fijarse en el desarrollo comercial de FIAT, una compañía que ocupa un lugar equivalente al de Citroën dentro del grupo Stellantis, que ya comercializa una versión parecida al C3, el Grande Panda, y este mismo año presentará un derivado del C3 Aircross.
El lanzamiento de un remake del 2CV permitiría a Citroën plantar cara al nuevo Renault 4 a nunciado por la marca francesa, lo cual sería una curiosidad histórica si tenemos en cuenta que, precisamente, el R4 original de 1961 fue creado específicamente para rivalizar con el 2CV.