En 2026 llegará al mercado un coche eléctrico con una batería revolucionaria que promete cambiar por completo la industria automovilística, ya que esta ni explota ni se incendia, incluso en las condiciones más extremas. Se trata de una innovación desarrollada por CATL, el mayor fabricante mundial de baterías para vehículos eléctricos.
Los expertos consideran que esta innovación podría llegar al mercado europeo en 2026, y podría equipar a automóviles de BMW, del grupo Stellantis, de Xiaomi y de Mercedes.
El fabricante de esta batería es la todopoderosa compañía asiática CATL, cuyas baterías ya impulsan millones de vehículos en todo el mundo, y que ha desarrollado este modelo denominado Wheeling, y que será el primero en cumplir la nueva normativa china de seguridad que exige que la batería sea resistente al embalamiento térmico, un fenómeno peligroso provocado por reacciones químicas que generan aumentos de temperatura descontrolados.
De esta manera, podríamos estar ante la batería más segura del mundo, en lo que se convertiría en la tercera generación de baterías de esta compañía, y que no solo destaca por su seguridad, sino también por su autonomía y eficiencia, de manera que los vehículos que la incorporen podrán alcanzar hasta mil kilómetros de autonomía, una cifra que se sitúa aproximadamente en el doble de lo que ofrecen muchos modelos eléctricos europeos. Además, esta nueva batería permitirá recargas ultrarrápidas, de mmanera que con tan solo 10 minutos se podrá cargar del 10 al 80 % de su capacidad.
Se vtrata de un avanceque supone un serio desafío para las marcas europeas, que hasta luchan por cerrar la brecha tecnológica con Asia. De esta manera, las marcas asiáticas volverán a tener ventaja sobre las europeas gracias a esta tercera generación de baterías y al dominio de CATL en la fabricación de baterías, aunque con este modelo, la compañía se posiciona aún más fuerte frente a la competencia.
Así las cosas, mientras las marcas europeas y estadounidenses continúan apostando por mejorar sus tecnologías actuales, China ha dado un salto hacia adelante al establecer estándares que podrían convertirse en globales, apostando por una batería segura, duradera y de gran autonomía, que se enmarca dentro de la creciente presión por ofrecer coches eléctricos no solo más sostenibles, sino también más prácticos y seguros para el usuario medio.
Si este tipo de batería llegara a consolidarse en el mercado, podría resolver dos de los principales frenos a la adopción del coche eléctrico: el miedo a incendios y la autonomía limitada.
A la espera de su llegada al mercado en 2026, esta innovación marcaría un antes y un después en la transición hacia una movilidad limpia y eficiente.