Con el auge de la fabricacion de coches eléctricos en nuestro país, la seguridad se ha convertido en un aspecto fundamental para su producción, mantenimiento y reparación; algo que está transformando el mercado del automóvil y que impulsa una creciente demanda de profesionales altamente formados y cualificados.
Según datos del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), los sistemas de propulsión eléctrica pueden superar los 400V, lo que aumenta considerablemente el riesgo de accidentes eléctricos si los profesionales que los manipulan no cuentan con la formación adecuada.
En este sentido, Ricardo Duarte, responsable de Gestión Local de TÜV Rheinland, ha detallado que “la expansión del vehículo eléctrico está transformando el mercado del automóvil, impulsando una creciente demanda de profesionales altamente formados y cualificados".
Para afrontar esta realidad, la entidad global de certificación, formación y seguridad industrial TÜV Rheinland, ha desarrollado, a través de su área de formación, un itinerario formativo y de certificación de competencias, dirigido a quienes asumen responsabilidades técnicas de supervisión y mantenimiento, y a los propios usuarios.
Se trata de una serie de buenas prácticas diseñadas para fortalecer las competencias técnicas de los profesionales y garantizar entornos de trabajo seguros. Estas son:
- Identificación de riesgos. Antes de cualquier operación, es crucial evaluar los peligros asociados a los sistemas eléctricos del vehículo para garantizar una intervención segura.
- Uso de equipos de protección personal (EPP). Es imprescindible usar guantes dieléctricos, gafas de seguridad y ropa de protección ante descargas eléctricas.
- Procedimientos adecuados de desconexión. Antes de manipular cualquier componente de alto voltaje, se debe asegurar que el sistema eléctrico esté completamente desactivado mediante un protocolo riguroso de desconexión.
- Capacitación específica. No basta con conocer el vehículo, hay que entender cómo trabajar con él de manera segura y evitar errores que puedan poner en peligro la integridad de los trabajadores.
- Supervisión y cumplimiento normativo. Implementación de medidas de control y supervisión que ayudan a garantizar que los procedimientos se realicen de acuerdo con los estándares de seguridad vigentes.
En erste sentido, Duarte ha explicado que “la expansión del vehículo eléctrico no solo está transformando el mercado del automóvil, sino que también impulsa una creciente demanda de profesionales altamente formados y cualificados. Es fundamental que las empresas garanticen la formación adecuada de sus equipos para operar con seguridad en entornos de alta tensión, ya que una mala práctica puede derivar en riesgos personales y materiales innecesarios y elevados costes para las organizaciones".
En línea con su compromiso de mejorar la seguridad y la cualificación en el sector, TÜV Rheinland Academy ha lanzado un nuevo catálogo de formación y certificación de competencias específicas para la seguridad en el trabajo desarrollados en los coches eléctricos, con el que busca dotar a los profesionales con conocimientos actualizados y garantizar la aplicación de buenas prácticas en entornos de alto voltaje.
Las ventajas de este catálogo incluyen acceso a formación en las últimas normativas, con cursos diseñados según las últimas regulaciones y avances tecnológicos en la movilidad eléctrica, además de una modalidad flexible en formato virtual, que permite a los profesionales especializarse desde cualquier ubicación.