El coche eléctrico sigue sin despegar en España, de manera que durante el primer cuatrimestre de este año, se han vendido 8.124 modelos eléctricos por 137.190 modelos de gasolina y 33.304 diesel, lo que viene a demostrar que el grueso de la población no llega a ver en los automóviles eléctricos el vehículo ideal para poder cubrir sus necesidades.
Cuando los expertos se preguntan los motivos por los que los coches eléctricos no están calando en la mayoría de los países desarrollados suelen descubrir que el freno para la compra de uno de estos vehículos tiene que ver principalmente con problemas como el coste inicial elevado, una infraestructura de carga limitada, la autonomía de la batería y los tiempos de recarga.
En culquier caso, parece que el mayor problema se basa, según las encuestas entre los clientes de coches eléctricos, en que una gran mayoría de los propietarios de uno de estos vehículos se arrepiente de su compra.
De esta manera, la consultora de negocios de origen estadounidense, McKinsey & Co, una de las más importantes del mundo en este campo, acaba de hacer pública su última encuesta a nivel global sobre la satisfacción de los propietarios de un coche eléctrico, cuyos resultados no dejan lugar a la duda, al concretar que, en general, los titulares de estos modelos están decepcionados.
Por ejemplo, esta encuesta ha desvelado que en Estados Unidos, el 46 % de los propietarios de estos vehículos va a elegir un automóvil con motor de combustión en su próxima compra.
El estudio ha contado con más de 30.000 participantes en 15 países distintos, lo que corresponde a más del 80 % del volumen mundial de ventas; y en él se desvela que, a nivel mundial, aproximadamente el 29 % de los propietarios de vehículos eléctricos planean elegir un coche con motor de combustión para su próxima compra.
Además, existe un grupo significativo 21 % de los encuestados que rechaza por completo este tipo de vehículos.
Las respuestas a este rechazo general, son bien conocidas por los expertos, pero entre las conclusiones de este análisis, llama mucho la atención la que indica que la autonomía media para un coche eléctrico que reclaman los consumidores, pasó en el último año, de 435 a 469 kilómetros.
Acdemás, en el estudio reiteran que el principal motivo mencionado para este rechazo hacia los coches eléctricos, es la situación de la infraestructura de recarga pública, o la ausencia de la misma; y citan frecuentemente los altos costes de mantenimiento y la necesidad de un vehículo más adecuado para realizar viajes largos.
De la misma manera destaca el hecho de que, a escala global, sólo el 9 % de los encuestados está satisfecho con la expansión de la red pública de carga en su país o región.
