La moda del retrofit que actualiza coches antiguos conviertiéndolos en eléctricos, podría traernos el renacimiento de Talbot, la popular marca de los los años 70, de la mano del Grupo Stellantis, que segúnda algunos rumores podría estar trabajando en ello.
Esta firma francesa nació en 1920, aunque tras quebrar en 1959, fue adquirida por Simca, que posteriormente pasaría a formar parte de Peugeot, que la mantuvo viva hasta que en 1994 decidió cesar su actividad.
Se trata de una marca que llegó a ser bastante popular en nuestro país, a través de modelos como los Samba, Solara y Horizon, que se fabricaban en la planta que Stellantis, entonces Peugeot, posee en Villaverde, Madrid. Tres modelos populares
Con posterioridad, Talbot pasó a ser propiedad de PSA y finalmente de Stellantis, merced a las sucesivas adquisiciones del grupo franco italiano, que en la actualidad mantiene tres factorías en España, y que acaba de confirmar la construcción de una gigafactoría de baterías en Zaragoza.
Aunque no hay confirmación oficial sobre el particular, es conveniente recordar que cuando hace sólo algunos años Renault apostó por Dacia nadie entendia el sentido de la operacion, sin embargo, con el tiempo se ha podido comprobar que se trató de una estrategia triunfadora, hasta el punto de que la firma rumana se ha convertido en el pulmón financiero de Renault en algunos momentos, con unos magníficos resultados.
En este caso Talbot se convertiría en la marca low cost de acceso de Stellantis, que produciría los coches de esta marca con tecnología heredada de otras firmas del grupo como Peugeot o Citroën, algo similar a lo que hace Renault con Dacia.
Además de Talbot, el grupo francés posee otras firmas míticas que permanecen en el armario, como son Innocenti o Autobianchi, además de estar dando pasos para el relanzamiento de otras firmas como Abarth o Lancia.
Los expertos aseguran que este movimiento permitiría a Stellantis lanzar coches baratos y tecnológicamente sencillos sin echar por tierra la imagen de sus marcas, teniendo en cuenta, ademas, que para esta estrategia podría utilizar la infraestructura de factorías que ya posee para producir a bajo coste, como es el caso de Marruecos e incluso Madrid.