El hundimiento silencioso del mercado de coches eléctricos usados preocupa en el sector

El hundimiento silencioso del mercado de coches eléctricos usados preocupa en el sector

El mercado de los coches eléctricos vive un momento de euforia en lo que a ventas de vehículos nuevos se refiere. Sin embargo, bajo la superficie de estos datos positivos, se esconde una realidad muy distinta para los automóviles eléctricos de segunda mano: los precios se desploman y los concesionarios acumulan stock que no consiguen vender. Se trata de una tormenta perfecta que está generando oportunidades únicas para los compradores más avispados.

 

Durante los últimos meses, el interés por los coches eléctricos nuevos ha crecido de manera exponencial, impulsado por las políticas de incentivo, la mejora de las infraestructuras de recarga y el aumento en la autonomía de los modelos más recientes. Sin embargo, este auge ha tenido un efecto devastador en el mercado de ocasión, donde la demanda cae en picado y los precios se desploman como nunca antes se había visto.

De esta manera, los concesionarios, que hasta hace poco veían en el eléctrico una apuesta segura, ahora se enfrentan a un auténtico quebradero de cabeza, ya que la depreciación acelerada y la incertidumbre sobre el estado de las baterías están frenando a muchos compradores, que prefieren invertir un poco más en un modelo nuevo y beneficiarse de las últimas tecnologías y garantías. En este sentido, el gerente de un concesionario madrileño confesaba recientemente que “tenemos decenas de unidades que no salen ni rebajando los precios un 30 %”.

Uno de los factores clave de este desplome está en la velocidad con la que evoluciona el sector, de manera que los modelos nuevos ofrecen autonomías mucho mayores y sistemas de carga más rápidos, lo que deja obsoletos a los vehículos de hace apenas tres o cuatro años. Además, la incertidumbre sobre la vida útil de las baterías y el coste de su sustitución genera desconfianza entre los posibles compradores de segunda mano.

El resultado es un auténtico festival de ofertas, en el que modelos que hace un año costaban 25.000 euros, hoy se pueden encontrar por menos de 15.000, provocando que para quienes buscan dar el salto a la movilidad eléctrica y no necesitan las prestaciones más punteras, sea el momento ideal para aprovechar los denominados “chollos” que empiezan a aparecer en el mercado.

Mientras tanto, los concesionarios buscan fórmulas para dar salida al stock acumulado, recurriendo a campañas de financiación ventajosa, la ampliación de garantías o incluso la recompra de vehículos antiguos para animar las ventas. Con todo, la tendencia parece clara: el mercado de coches eléctricos usados atraviesa su peor momento justo cuando los nuevos viven su edad dorada.

En definitiva, se trata de la tormenta perfecta para el mercado de ocasión eléctrico, que está dejando tras de sí oportunidades únicas para los particulares, al tiempo que plantea serios retos para los profesionales del sector.

Así las cosas, según reconocen los expertos, el futuro de los coches eléctricos de segunda mano dependerá, en buena medida, de la confianza que logre recuperar el usuario y de la capacidad del sector para adaptarse a este nuevo escenario.

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