Últimamente ha comenzado a sonar en el mundo del coche eléctrico el termino Icing, que proviene del mundo anglosajón, y que es como se denomina a estacionar un coche de combustión en una plaza reservada para la carga de vehículos eléctricos, algo que impide que éstos puedan enchufar su coche para recargarlo.
Se trata de una costumbre que ocasiona un claro perjuicio a los propietarios de un coche eléctrico, motivo por el que está castigada con multa... aunque, todo hay que decirlo, no impuesta por la Dirección General de Tráfico (DGT), al menos por el momento.
Al repasar la normativa que aplica la DGT, en la Ley de Tráfico no se encuentra una infracción concreta en la que se reseñe este tipo de comportamiento, y beso a pesar de que en el artículo 76 de la misma, se define como infracción grave "parar o estacionar en el carril bus, en carriles o vías ciclistas, en curvas, cambios de rasante, zonas de estacionamiento para uso exclusivo de personas con discapacidad, túneles, pasos inferiores, intersecciones o en cualquier otro lugar peligroso o en el que se obstaculice gravemente la circulación o constituya un riesgo, especialmente para los peatones".
Las infracciones graves se castigan con 200 euros de multa, pero desde la DGT han confirmado que según esta normativa, desde esta institución no pueden sancionar por aparcar en un punto de carga, ya que se trata de unas instalaciones que siempre están ubicados dentro de algún municipio, incluso cuando se encuentran en una gasolinera junto a una autopista y, por tanto, es a la policía local a quien hay que dirigirse.
Por lo tanto, las sanciones a aplicar serán siempre las que se reflejen en la normativa municipal de cada ciudad o localidad, que es el ámbito institucional en el que se deberá definir el importe que supone cada infracción por estacionamiento, y que suelen estar consideradas como infracción grave, conllevando 200 euros de multa, aunque no siempre tiene por qué ser esta cantidad, ya que dependerá de la normativa local.
En este contexto, conviene recordar que un punto de carga señalizar claramente que no tiene permitido el estacionamiento de vehículos que no sean eléctricos y, en los casos que corresponda, el máximo tiempo permitido que se permite tener enchufado el coche.
De no ser así, la policía municipal podría no actuar, ya que no tendría base legal para multar a la persona que está bloqueando el punto de carga, según han explicado desde la Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos (AUVE).