Cada vez es más habitual ver llegar coches eléctricos a los desguaces, una situacion que acabará por ser normal y que supone un reto a la vez que una oportunidad para este sector dedicado a reciclar y dar nueva vida a las piezas de los vehiculos.
Ante esta nueva realidad, desde Recomotor, el primer distribuidor de piezas recuperadas para talleres y profesionales de la automoción, han señalado que “los desguaces que deseen maximizar el valor de las piezas de estos vehículos deben adaptarse y prepararse para afrontar este nuevo”.
En este sentido, Gerard Palau, COO y cofundador de esta start-up catalana, ha destacado que “uno de los primeros pasos para esta transición es contar con personal altamente capacitado en el desmontaje de coches eléctricos”, al tiempo que explicaba que “es esencial disponer de un espacio de trabajo adecuado y seguro que cumpla con todas las normativas vigentes para la manipulación de estos vehículos. Además, contar con acceso a información técnica detallada sobre cada modelo resulta imprescindible para garantizar un proceso eficiente y seguro”.
Un componente clave en este proceso de desmontaje y reutilización de los vehículos eléctricos es la batería. Actualmente, en Europa solo se recicla el 5 % de las baterías de estos coches; sin embargo, se espera que para 2027 sea necesario reciclar más de 50.000 toneladas de baterías anualmente. Además, se estima que el reciclaje de baterías usadas y residuos de producción podría proporcionar el 14 % del litio, el 16 % del níquel, el 17 % del manganeso y el 25 % del cobalto que Europa necesitará para la fabricación de coches eléctricos en 2030.
Estas cifras resaltan la importancia de desarrollar una infraestructura eficiente de reciclaje de baterías en el continente, un escenario en el que el desmontaje y diagnóstico de estas baterías rquerirá herramientas especializadas.
En este sentido, Palau ha explicado que “si la batería está en buen estado, puede comercializarse en el mercado de piezas de segunda mano, siempre cumpliendo con las normativas de almacenamiento y envío. En caso de presentar problemas, se pueden explorar opciones como la reparación o el reciclaje”.
En la actualidad, algunas empresas especializadas ofrecen soluciones para la valorización de baterías usadas, de manera que en algunas de ellas ya se recuperan celdas en buen estado para fabricar nuevas baterías, mientras que en otras se extrae su masa negra, una mezcla de metales esenciales, utilizada para la producción de nuevas unidades.
En ambos casos, la batería se trata como un residuo valorizable, y el desguace puede obtener una compensación económica por su reciclaje, descontando los costes de transporte.
Así las cosas, el sector de los desguaces se enfrenta al reto de adaptarse a la transformación del parque automovilístico y adquirir los conocimientos y herramientas necesarios para convertir esta situación en una oportunidad de negocio sostenible.
En relación con esto, Palau ha concluido que “la correcta gestión de los vehículos eléctricos fuera de uso no solo optimiza recursos, sino que también contribuye al desarrollo de un modelo más ecológico y eficiente”.
