La industria automovilística china lleva tiempo teniendo ventaja sobre la europea en el desarrollo de coches eléctricos, y especialmente en lo que respecta a la tecnología de baterías, radicando este dominio en la cadena de valor de las baterías, que desde la extracción de materias primas hasta la producción y mejora de químicas más avanzadas.
Uno de los ejemplos más recientes de este liderazgo tecnológico es la Golden Battery, una batería LFP (litio-ferrofosfato) desarrollada por Geely, que destaca por ofrecer una tasa de carga de 5,5C, una innovación que le ha servido al recién lanzado Zeekr 7X para convertirse en el coche eléctrico con la carga más rápida del mercado, llegando a cargar nada menos que entre el 10 % y el 80 % en apenas 10,5 minutos, según cifras oficiales.
Este fantastico rendimiento se produce gracias a una arquitectura de 800V de su plataforma SEA, la misma que utilizan algunos modelos de Volvo.
Para verificar si estos datos son reales, el canal de YouTube Out Of Spec Reviews realizó una prueba de carga en China con un Zeekr 7X equipado con un paquete de baterías de 75 kWh. En condiciones reales, el vehículo mostró un comportamiento excepcional, de modo que al conectarse a un cargador de 840 kW, la potencia de carga se disparó rápidamente hasta 200 kW, alcanzando un pico de 460 kW alrededor del 10-11 % de carga.
Posteriormente, se estabilizó en 400 kW y mantuvo potencias superiores a los 300 kW hasta el 68 %; y una vez alcanzado el 85 %, la potencia cayó a 20 kW, aparentemente para realizar un chequeo de seguridad. Tras este breve paréntesis, la carga volvió a subir a 160 kW para completar el ciclo.
Dado que los últimos porcentajes de carga suelen ralentizarse en la mayoría de los vehículos eléctricos, estos números refuerzan la ventaja competitiva de la industria china en el desarrollo de baterías de alto rendimiento, de manera que el Zeekr 7X no solo destaca por su carga ultrarrápida, sino también por su autonomía.
Asi las cosas, la versión con batería de 75 kWh homologa 605 km bajo el ciclo CLTC y en Europa; y además, existe una variante superior con una batería Qilin de CATL de 100 kWh y química NCM (níquel, cobalto, manganeso), que amplía su alcance hasta 615 km WLTP (780 km CLTC).
Con todo, e l dato más impactante es que, con una recarga del 10-80% en menos de 10 minutos, este coche eléctrico compite directamente con un automóvil de combustión interna en términos de tiempo de repostaje.
La prueba del Zeekr 7X confirma que los fabricantes chinos están en la vanguardia de la movilidad eléctrica, y que su dominio sobre la cadena de suministro de baterías y su capacidad de innovación les han permitido desarrollar vehículos que no solo superan a sus rivales en carga rápida, sino que también están empezando a desafiar la hegemonía de los motores de combustión.