Una innovadora tecnología de baterías podría impulsar definitivamente las capacidades de los coches eléctricos a niveles que hoy en día podrían parecer de ciencia ficción, redefiniéndo el concepto autonomía y transformado la forma en que almacenamos la energía renovable.
La energía que se almacena en la batería lo hace en dos partes: el ánodo y el cátodo. Por una parte, el ánodo guarda la energía cuando cargas la batería y la libera cuando el coche la usa, siendo los ánodos más comunes en nuestros días los de grafito, un material fiable, pero con límites a la hora del almacenamiento.
De hecho, los científicos llevan mucho tiempo buscando alternativas, y el silicio siempre ha sido el candidato estrella, ya que puede guardar muchísima más energía, lo que ya se viene demostrando en el mercado de la telefonía móvil, principalmente en los teléfonos que provienen de China,que están integrando baterías basadas en una fórmula de Silicio-Carbono que les permite conseguir hasta un 25 % más de capacidad en el mismo tamaño, gracias a una mayor densidad energética.
El problema es que el silicio se hincha al cargarse, lo que puede dañar la batería y generar riesgos de seguridad, una situación que por el momento está impidiendo su uso masivo, a pesar de sus ventajas evidentes.
Sin embargo, la cosa está cambiando, y un equipo de investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Pohang (POSTECH) y la Universidad de Sogang parece haber dado con la clave para superar este obstáculo, de manera que están desarrollando un innovador material aglutinante que, de forma muy efectiva, evita que el silicio se hinche durante la carga.
Ahora, las baterías de coche eléctrico que usan ánodos de silicio pueden almacenar diez veces más energía de forma segura que las de grafito, lo que supondría algo así como poder conducir distancias comparables a las de un coche de gasolina sin tener que preocuparte por recargar constantemente.
Esta investigación podría "aumentar significativamente la densidad energética de las baterías de iones de litio... extendiendo la autonomía de los vehículos eléctricos al menos diez veces", ha detallado el profesor Soojin Park, que ha explicado que esto significaría, en teoría, más de 4.800 kilómetros con una sola carga.
Por otra parte, las fuentes de energía renovable, como la solar y la eólica, dependen críticamente de sistemas de almacenamiento de energía eficientes, de manera que si el sol se pone o el viento se calma, sin baterías, esa energía no se puede aprovechar cuando se necesita; mientras que con baterías mejoradas, el excedente de energía producido en los picos de generación se puede capturar y almacenar, para ser liberado cuando la demanda lo exija.
Así las cosas, avances como el de POSTECH, más allá de revoluciónar el ámbito del coche eléctrico, podrían impulsar el uso de energías renovables de forma masiva, reduciendo drásticamente la dependencia de los combustibles fósiles.