La aplastante victoria de Donald Trump en la Elecciónes presidenciales de EEUU va a tener muchas connotacciones internacionales de todo tipo, y el mundo del automóvil, y más en concreto del coche eléctrico no vana ser para nada ajenos a esta situación.
Así las cosas, los principales expertos ya vaticinan de que su victoria supondrá un importante aumento en los aranceles para diversos campos, entre los que destaca el del automóvil, y más en concreto el coche eléctrico, toda vez que el líder republicano ha repetido insistentemente durante sus apariciones electorales públicas que las propuestas lanzadas por Harris obligaban a los ciudadanos a tener que comprarse un coche eléctrico, cuando la mayoría no podían hacerles frente económicamente.
Por este motivo, y pese a declararse seguidor de este tipo de vehiculos, Trump ha venido remarcando que es necesaria una convivencia con los motores de combustión de toda la vida, e incluso con los híbridos.
Sin embargo, la amenaza de que a partir de que sea investido por segunda vez, corte las ayudas a la compra de coches eléctricos, dotadas en la actualidad en aquel país con 7.500 dólares, tiene en vilo a los fabricantes; motivo por el que nada más conocerse su victoria, las acciones de uno de los fabricantes volcados con la electrificación y causante de una revolución total en el sector como es Tesla, se hayan disparado casi un 14 % en bolsa.
El hecho de que su fundador y propietario, Elon Musk, sea un declarado seguidor de Trump ha tenido bastante que ver en esto, pero los analistas sugieren que mientras que Tesla se sigue erigiendo como rompedor tendencias, Trump sigue defendiendo todo lo patrio, hasta el punto de que cuando Tesla anunció el lanzamiento de su Cybercab, el nuevo presidente electo dijo que no les permitiría circular.
Con todo, entre las principales preocupaciones que llegan de la mano de esta victoria de Trump destaca la imposición de unos aranceles salvajes a los coches eléctricos de origen chino, que ya cuentan con una tasa del 100 % impuesta por la administración Biden; y eso por no hablar de los modelos que se ensamblen Méjico. De hecho, en uno de sus últimos mítines, el magnate rrepublicano edobló su amenaza afirmandotelo que sobre el 100 % inicial que había dicho días antes, subiría al 200 % de arancel para evitar que los coches fabricados allí pasaran la frontera.
Todas estas afirmaciones ya hicieron que Musk paralizara la construcción de una Gigafactoría en Nuevo León, México, que estaba llamada a convertirse en la planta más grande del mundo para la producción de vehículos eléctricos.
Por su parte, Trump defiende que sus propuestas de políticas económicas generarán empleo en Estados Unidos al alentar a las empresas extranjeras a establecer instalaciones locales en el país, de manera que si se niegan a hacerlo, se aplicarán nuevos aranceles a todos los bienes fabricados en el extranjero e importados a Estados Unidos.
En este sentido, durante otro de sus discurso, esta vez en Savannah (Georgia) puso el foco en una reducción del 21 al 15 % de los impuestos para todos “aquellos que quieran fabricar sus productos en EEUU”,centrando el tiro directamente en los fabricantes alemanes al asegurar que quería que se convirtieran en “empresas automovilísticas estadounidenses, construyendo sus plantas aquí”.
Pero la promesa no quedó ahí, ya que además confirmó que “les daré los impuestos más bajos, los costos de energía más bajos, la menor carga regulatoria y acceso libre al mejor y más grande mercado del planeta. Ahora bien, esto solo será posible si fabricas tu producto aquí; si no, todo se acaba y aunque contrates a trabajadores estadounidenses, si la producción no se realiza en América, tendrás que pagar un arancel, un arancel muy alto”.
El año pasado, la industria automovilística alemana empleaba a unas 138.000 personas en Estados Unidos, de las cuales 48.000 trabajan para los fabricantes y 90.000 para sus proveedores; mientras que en el primer semestre de 2024, Washington fue el principal comprador de las exportaciones de automóviles germanos.
Por este motivo, la patronal alemana de los fabricantes de automóviles ha pedido a la Unión Europea un mayor esfuerzo para mantener y ampliar la colaboración con Estados Unidos tras la victoria de Donald Trump que, por su parte, ha expresado su disposición a recibir a los fabricantes de automóviles chinos en su mercado aunque, eso sí, con la condición de que fabriquen sus vehículos en terreno norteamericano.
