La consultora McKinsey no augura un buen futuro para los coches eléctricos, según concluye un estudio en el que ha preguntado a ciudadanos de diferentes países sobre la realidad de la electromovilidad a día de hoy, y que ha aportado algunas respuestas no muy alentadoras.
De esta manera, un 29 % de los propietarios de un coche eléctrico aseguran que comprarían uno de combustión en una próxima ocasión, siendo Australia y EEUU los países donde más decepcionados están los conductores con este tipo de vehículos, y donde casi la mitad de sus propietarios no volverían a optar por un modelo eñéctrico.
El principal motivo es la insuficiente red de carga para coches eléctricos, un problema muy habitual no solo en España, sino en todo el mundo, que pone de manifiesto que para los conductores resulta bien estresante tener que preocuparse sobre la carga de la batería, o bien molesto tener que planificar en exceso los viajes largos.
Además, el porcentaje de conductores que ni siquiera se plantean adquirir un coche eléctrico porque, simplemente, no quieren sigue siendo del 21 %; mientras que los compradores que sí se lo comprarían se quedan en un 18 %, teniendo en cuenta que para muchos la mejor opción es optar por un híbrido enchufable como próxima compra.
Por otra parte, el precio sigue siendo uno de los principales motivos por los que los conductores no se deciden a dar el salto a los coches eléctricos. Además, el estudio confirma que los conductores que están interesados en modelos electrificados son aquellos que ya conducen un coche de alta gama.
En el informe de McKinsey se ve que hay un claro perfil de comprador de coche eléctrico, de manera que aquellos que se plantean un modelo de batería como próximo automóvil, son los que tienen mayores ingresos mensuales, viven en zonas urbanas y son más jóvenes, con una media de 42 años frente a casi 51 de los escépticos del coche eléctrico.
Además, conducen de media al año más kilómetros y son aficionados a la tecnología, un factor al que dan gran importancia, por no hablar de que aquellos que se comprarán un eléctrico como próximo automóvil, en su gran mayoría, pueden recargarlo en casa.