Las fuerzas de seguridad alertan cada cierto tiempo de los objetivos de los ladrones relacionados con los nuevos tipos de robo de vehículos. Pero es importante saber que los ladrones no solo se interesan el vehículo en sí, sino también por algunos componentes, considerados de alto valor, como es el caso de los cables de carga de los coches eléctricos.
Los expertos explican que una vez desmontadas ciertas piezas, los materiales con los que están fabricadas pueden alcanzar un precio elevado en el mercado secundario y páginas de reventa.
En el caso de los coches de combustión el catalizador es el elemento más codiciado, ya que contiene metales preciosos como el oro o el platino; y al estar ubicado en el sistema de escape del coche, generalmente debajo, se puede acceder a él fácilmente en un descuido y cortarlo en cuestión de minutos con una sierra eléctrica.
Pero era cuestión de tiempo que los coches eléctricos y su mercado atrajeran también la atención de los amigos de lo ajeno, y si hay un elemento que se lleva la palma en el mercado ilegal, gracias a la alta tecnología con la que está fabricado y a la relativa sencillez con la que se puede vender en portales de segunda mano, ese es el cable de carga.
Los motivos son lógicos, ya que estos cables contienen grandes cantidades de cobre, un material muy valioso; pero además, cuentan con un trasformador en el interior para ajustar la carga eléctrica y la velocidad que, a todos los efectos, es un ordenador en miniatura que también se puede desmontar para extraer algunos componentes.
Estamos hablando de cables cuyo precio puede estar entre los 500 y los 1.000 euros, y que en muchos son universales, motivo por el que los ladrones tienen el camino allanado para revenderlos sin muchos problemas en portales de segunda mano, tipo Wallapop. En este sentido, una búsqueda rápida nos permitirá encontrar varias ofertas a precios tirados, y de las que siempre conviene desconfiar.
La policía y las fuerzas de seguridad son cada vez más conscientes de la necesidad de alertar de estas formas de robo y, en esta línea, hacen una recomendación básica para quienes quieran cargar un coche eléctrico con cierta seguridad. Se trata de una costumbre tan sencilla como eficaz, que consiste en pisar el cable ligeramente con la rueda, ya que con solo hacer eso, podemos evitar que nos den un tirón y se lleven el conector sin mayores dificultades.