Durante los meses de invierno, los coches eléctricos pueden experimentar cierta pérdida de eficiencia, especialmente por los efectos negativos de las bajas temperaturas en las baterías; de manera que aunque no a todos los modelos les afecta el frío por igual, ya que esto depende de factores como la tecnología y la química de las baterías, como regla general, la autonomía de un coche eléctrico se reduce de media entre un 20 % y un 40 % cuando el termómetro se mantiene en valores negativos.
En cualkquier caso, siempre es posible seguir algunas buenas prácticas para minimizar estos efectos y disfrutar de una experiencia de conducción eficiente incluso en las condiciones invernales más adversas.
De esta manera, la American Automobile Association (AAA) ha revelado que la autonomía de los coches eléctricos puede reducirse hasta un 41 % en temperaturas bajo cero si se utiliza el sistema de calefacción del habitáculo, aunque estos valores varían según el modelo y las condiciones específicas.
Esto sucede porque la química de las baterías de iones de litio, que son las más usadas en la actualidad, es especialmente sensible al frío; y en condiciones de bajas temperaturas, el movimiento de los iones dentro de la batería se ralentiza, lo que disminuye tanto la capacidad de almacenamiento de energía como su velocidad de carga y descarga, lo que afecta directamente a la autonomía y prolonga los tiempos habituales de recarga.
Otra razón importante es que el freno regenerativo que suelen equipar estos vehículos también pierde eficiencia en climas fríos, ya que necesita que la batería alcance una temperatura óptima para funcionar adecuadamente, lo que puede incrementar el consumo de energía durante la conducción.
Además, las infraestructuras también sufren, de modo que los tiempos de carga en estaciones públicas pueden prolongarse en invierno debido a la disminución del rendimiento térmico de las baterías y a la falta de previsión de los conductores.
En cualquier caso, aunque no se pueda controlar la metereología, hay muchas formas de minimizar el impacto de las bajas temperaturas en la autonomía, y entre ellas destaca la de preacondicionar el coche eléctrico utilizando antes de salir el pre-acondicionamiento térmico, lo cual permite precalentar el habitáculo del coche antes de iniciar el viaje, reduciendo así la carga de la batería al utilizar energía externa en lugar de la energía almacenada en el vehículo.
Otras recomendaciones para salvaguardaro la autonomía del coche eléctrico en invierno son:
- Minimiza el uso de funciones eléctricas superfluas
- Reduce la intensidad del sistema de calefacción y evita aceleraciones bruscas.
- Una vez en la carretera, encender la calefacción es la forma más rápida de perder autonomía, de manera que si los tienes, es eficaz utilizar asientos y volante calefactados, ya que consumen menos energía que calentar todo el habitáculo.
- Aprovecha el modo Eco y conduce con suavidad y anticipación, ya que esto optimiza el uso de energía al limitar la potencia disponible y reducir el consumo de sistemas secundarios.
- Recuerda comprobar la presión de los neumáticos: cualquier desequilibrio puede afectar al consumo/eficiencia energética.
- Planifica tus rutas y puntos de carga usando aplicaciones especializadas como Electromaps y/o similares para localizar estaciones y planificar paradas estratégicas.
- Asegúrate de salir siempre con la batería cargada al 100 %.
Además de todas estas recomendaciones, es bueno tener en cuenta aspectos coomo preparase antes de salir, y si se planean viajes largos, identificar previamente estaciones de carga a lo largo de la ruta y revisa las previsiones meteorológicas.
Por otra parte, siempre que sea posible, deberás estacionar el coche en un garaje para protegerlo del frío extremo. De esta manera, con los conocimientos adecuados y el apoyo de las nuevas tecnologías, conducir un coche eléctrico en invierno no tiene por qué ser motivo de preocupación.
