Las baterías de los coches eléctricos dependen de caros materiales críticos como el litio y el cobalto, por lo que los invesigadores buscan alternativas, como las baterías basadas en azufre, que cuenta con el carbón activado como uno de sus componentes más eficaces. Ahora, un grupo de investigadores de la Universidad de Córdoba ha dado con la fórmula para producirlo a base de un desecho abundante y que nadie quiere: el lodo de las depuradoras
De estandarizarse esta soución, se acabaría con dos problemas de golpe, pues se estima que en España se generan cada año un millón de toneladas en seco de este residuo.
Los investigadores del Instituto Químico para la Energía y el Medioambiente (IQUEMA) de la Universidad de Córdoba., ya han probado su sistema en la estación de aguas residuales de Villaviciosa, concluyendo que "es un gran avance que logramos a partir de un residuo que considerábamos problemático".
Su trabajo de suma al del Departamento de Química Inorgánica e Ingeniería Química de la universidad cordobesa, que precisamente está investigando baterías de litio-azufre, que se enfrentándo a retos como optimizar los electrodos que prometen ser más sostenibles y de menor coste.
Este proyecto parte de una tecnología biológica denominada Biodiscos que ya se utilizaba en esta depuradora. Partiendo del lodo, un material pastoso y maloliente generado en la depuradora, se somete a un proceso químico y térmico que acaba convirtiéndolo en carbón activado, que ejerce de matriz conductora de las baterías de azufre.
Para ello, primero secan el lodo y luego añaden un agente químico denominado potasa,que modifica su estructura, convirtiéndolo en un material más poroso. El elemento resultante se somete a un tratamiento termoquímico de pirolisis, en un horno a 800ºC, que es lo que permite transformar la materia orgánica en carbón.
En un molino de bolas, ese carbón se mezcla con azufre creando así una química lista para incorporarse a los electrodos a través del proceso habitual de fabricación de las baterías.
Este trabajo demuestra el potencial de cómo los residuos urbanos pueden convertirse en recursos estratégicos para la transición energética., y abre las puertas para nuevas investigaciones orientadas a valorizar los lodos de depuradora como materia prima para tecnologías de almacenamiento de energía a menor coste.
De las baterías de litio-azufre se dice que son capaces de triplicar la capacidad de almacenamiento respecto a una de iones litio convencional, al tiempo que prometen ser más sencillas de reciclar.
Su mayor problema es la baja conductividad del azufre para el cátodo, que exige matrices costosas; y es justo lo que soluciona este proceso, que obtiene carbón activado a partir de lodo de depuradora.
