El Gobierno había decidido prorrogar las ayudas hasta la fecha vigentes para la compra de coches eléctricos a finales del año pasado, ante una escasa demanda de apenas son el 5,6 % del mercado. Sin embargo, no ha logrado que se apruebe el decreto donde se contemplaba esa ampliación temporal, lo que supone todo un jarro de agua fría para la venta de este tipo de coches.
A finales del año pasado, el Gobierno anunció que estas ayudas, que contemplan un descuento no directo de hasta 7.000 euros más la desgravación del 15 % en el IRPF, se ampliarían hasta el 30 de junio.
Eso si, la medida fue incluida en el famoso decreto omnibus, uno de los tres que el Ejecutivo no ha conseguido que se aprueben en el Parlamento, tras la oposición del PP, Vox y Junts, que han aglutinado 178 votos en contra, por los 171 que han apoyado la medida.
Este inesperado giro de guión va a tener consecuencias inmediatas si no se remedia antes, de modo tanto los fabricantes representados por Anfac, como los vendedores de automóviles, agrupados en Faconauto, han mostrado una gran preocupación por lo ocurrido en el Congreso, sobre todo porque la demanda de los modelos 100 % eléctricos, por los que pasa la necesaria descarbonización a la que obliga Bruselas, apenas fueron el año pasado el 5,6 % del mercado, frente a la media europea del 13,6 %.
A esto hay que añadir su importancia crucial este año de cara a cumplir las exigencias de la llamada norma CAFE, que obligará a que las emisiones medias de los vehículos que vendan un fabricante en los 27 mercados de la Unión Europea se reduzcan hasta los 93,6 gramos de CO2 por kilómetro.
Según la mayoría de los fabricantes, la cuota de automóviles cero emisiones matriculados este ejercicio, debería crecer hasta el 21 %, algo para lo que las ayudas públicas a la compra son esenciales a la hora estimular la demanda.
Así las cosas, Anfac y Faconauto han advertido en un comunicado conjunto que "si en España, como segundo productor de automóviles, se paralizan las ventas de eléctricos, los fabricantes tendrán más problemas para cumplir con los límites de emisiones y abocados a pagar multas por exceso de CO2, que pueden penalizar a la producción española y al empleo de nuestras fábricas y concesionarios".
En 2024, nuestras factorías ensamblaron 2.376.504 unidades, un 3 % menos, aunque de esa cantidad, solo 202.555 vehículos (8,5 % del total ) fueron electrificados, lo que representa una cuota casi tres puntos inferior a la de 2013 y una caída del 27,5 % provocada precisamente por el descenso de la demanda tanto en nuestro país como en Europa.
Por este motivo, desde las asociaciones del sector han urgido "a los partidos políticos y a sus grupos parlamentarios a que aprueben a la mayor celeridad posible ambas medidas que, en nuestra opinión, cuentan con un apoyo mayoritario"... y es que la ampliación de las ayudas era el mal menor mientras se negociaba con el Gobierno una mejora en su gestión para que sean más eficaces.
