Con la llegada del verano llega también el aumento drástico de las temperaturas, que ponen a prueba el rendimiento de las baterías de los coches eléctricos, motivo por el que a la hora de planificar un viaje en verano, es necesario tener en cuenta algunas recomendaciones.
Según la asociación de fabricantes Anfac, la red de acceso público de carga de coches eléctricos ha aumentado un 10 % durante el primer trimestre de 2024, con 3.121 nuevos puntos, lo que significa que en el territorio nacional existen un total de 32.422 puntos de recarga de acceso público. Por su parte, la red de carga ultrarrápida superior o igual a 150 kW creció en 578 nuevos puntos durante el primer trimestre, situándose en 2.103 puntos de esta potencia, lo que representa apenas el 6,5 % de la red total.
En cualquier caso, el 75 % de los puntos de recarga de acceso público totales son de baja potencia, lo que implica tiempos de recarga mínimos de 3 horas.
Así las cosas, y teniendo en cuenta que el calor extremo veraniego no beneficia para nada la facilidad de carga de los coches eléctricos, la consultora especializada Geotab ha recopilado una serie de recomendaciones para los propietarios de coches eléctricos, que tienen como objetivo conducir en verano maximizando el rendimiento en altas temperaturas. Estas son:
- Utilizar la carga inteligente
Los coches eléctricos necesitan cargarse más despacio y con más frecuencia en verano, ya que debido a las altas temperaturas, los vehículos reducen automáticamente la potencia máxima de carga para evitar sobrecargas. Por tanto, también deben evitarse en la medida de lo posible las funciones de carga rápida. Además, la mayoría de las baterías alcanzan su rendimiento óptimo en torno al 80 %, por lo que puede tener sentido no cargarlas por completo en cualquier caso.
- Preenfriamiento durante el proceso de carga
Una temperatura exterior de 28 grados puede hacer alcanzar los 42 grados en el interior del coche en apenas 20 minutos, e incluso hasta 45 grados con las ventanillas cerradas. De esta manera, lo ideal es climatizar el interior del vehículo mientras la batería sigue conectada a la red eléctrica, ya que el aire acondicionado es uno de los principales responsables del consumo de energía. Así las cosas, si es posible, debería refrigerarse el vehículo con antelación, rediciendo el uso del aire acondicionado durante el viaje, con lo que el conductor no sólo disfrutará de temperaturas agradables desde el principio del viaje, sino que también protegerá la batería, lo que, obviamente, aumentará la autonomía. Si no es posible la climatización anticipada, puede servir de ayuda que el aire acondicionado no esté programado al máximo.
- Minimizar el consumo extra y los kilos de más
Existen otras comodidades del coche que tienen un impacto negativo en la autonomía, especialmente en verano. De esta manera, el consumo de energía de un teléfono móvil que se carga a través del puerto USB o la iluminación interior, por ejemplo, sólo deberían utilizarse de forma puntual. Además, cada kilo extra que transporta el vehículo tiene un efecto negativo en la autonomía, motivo por el que los conductores deberían limpiar el maletero con regularidad, sacando los objetos innecesarios, y llevando sólo lo que realmente se necesita.
- Conducir con previsión y de forma relajada
La conducción preventiva debe ser la pauta si se quiere ganar autonomía, algo que además es aconsejable por razones de seguridad. Así las cosas, conducir lo más moderadamente posible, sin frenar ni acelerar bruscamente, también beneficia notablemente al coche eléctrico, sobre todo en verano. De lo contrario, la batería podría calentarse en exceso, lo que significaría la necesidad de utilizar energía adicional para refrigerarla, algo que tendría un efecto negativo en la autonomía.
- No aparcar el coche al sol
Si el a la hora de aparcar, la plaza encontrada se encuentra bajo un sol abrasador, esto puede tener consecuencias negativas para la autonomía del coche eléctrico, de manera que los conductores de este tipo de vehículos deben asegurarse de que aparcan a la sombra, ya sea en un aparcamiento subterráneo o bajo los árboles. De esta manera podrá evitarse que la batería se sobrecaliente, y por consiguiente, se necesitará menos energía para refrigerarla.
- Utilizar tecnologías inteligentes
Con el objetivo de evitar largas esperas en las estaciones de carga, es aconsejable instalar aplicaciones de conducción que proporcionen datos casi en tiempo real sobre estas estaciones y su disponibilidad. Por otra parte, una herramienta de autonomía en función de la temperatura, puede ayudar a predecir los efectos del calor en el rendimiento de la batería, con lo que se podrá planificar el viaje en consecuencia. Además del preenfriamiento, los fabricantes de automóviles recomiendan conectar los vehículos a la red eléctrica los días de mucho calor en los que el vehículo no esté en uso, ya que esto permite que el sistema interno mantenga el control de la temperatura de la batería, alargando su vida útil a largo plazo.