El sueño del coche eléctrico solar que apenas habrá que recargar, más cerca

El sueño del coche eléctrico solar que apenas habrá que recargar, más cerca

La idea de que el coche eléctrico pueda recargarse mientras permanece aparcado al sol es sugerente, aunque siempre ha parecido lejana. Se trata de un sistema que permite ganar autonomía, y recorrer más kilómetros sin necesidad de conectarlo a un punto de recarga, lo cual se traduciría en menos dependencia de un punto de recarga y de un garaje privado.

 

En realidad, todo son ventajas, de ahí que la idea del coche solar, es decir, un coche eléctricosque aproveche la extensión de su carrocería para disponer de paneles solares que permitan, poco a poco, ir recargando la batería, cuando nuestro coche esté aparcado al sol, pero también en movimiento, se antoja como una especie de sueño.

Sin embargo, parece que en los próximos años se producirá un aluvión de coches eléctricos dotados de paneles solares, que más allá de lo interesante que pueda resultarnos que se recargue empleando energía gratuita y virtualmente ilimitada, como es la energía solar, destaca por algunas otras ventajas que presenta, aunque también por ciertos inconvenientes.

La mayor ventaja de un coche eléctrico solar es aprovechar el hecho de que la mayor parte del tiempo permanecerá aparcado, y si está aparcado al sol, aprovechará ese tiempo para recargar sus baterías. Por contra, el mayor inconveniente es la superficie limitada de que dispone para maximizar el área ocupado por los paneles solares que recargarán sus baterías.

Por otro lado, la recarga solar es totalmente dependiente de las condiciones climatológicas, dependiendo de las horas de mayor irradiación solar, además de que los paneles solares no podrán orientarse automáticamente para maximizar el rendimiento, lo que quiere decir que aaún disponiendo de paneles solares con la última tecnología y una gran eficiencia, la potencia de carga en condiciones normales estará siempre, o en la mayoría de los casos, muy por debajo de la potencia instalada en los paneles solares que cubran la carrocería.

Así las cosas, un coche eléctrico podría pasar la mayor parte de su vida aparcado al sol, y aprovechar al máximo la energía solar, pero el área de que dispone en su carrocería para instalar paneles solares es muy limitado e insuficiente como para ofrecer una capacidad de carga solar elevada.

En los últimos meses se han dado a conocer diferentes vehículos eléctricos que disponen de paneles solares y que, por lo tanto, cuentan con la capacidad de recargar sus baterías mientras permanecen aparcados, o en movimiento, al sol, algunos de los cuales estarán disponibles en el mercado en 2023. Los creadores de estos vehículos eléctricos suelen proporcionarnos, en algunos casos, la potencia de los paneles solares, la autonomía recargada en el tiempo en condiciones ideales, e incluso estimaciones de autonomía recargada en el tiempo bajo unas condiciones menos optimistas, tratando de hallar una estimación del rendimiento real.

En cualquier caso, y dadas las limitaciones y el coste que implica instalar paneles solares en un automóvil eléctrico, el futuro al que deberíamos dirigirnos no pasa por más coches solares, sino por potenciar la generación de energías renovables y la infraestructura de recarga.

Así las cosas, parece que el futuro es una red de recarga amplia, que facilite la recarga de vehículos eléctricos en viajes con conexiones de corriente continua y alta potencia, pero también en la ciudad, pensando sobre todo en aquellos que tengan dificultades para disponer de un cargador de pared en un garaje privado; así como disponer de estaciones de carga que integren soluciones de generación que, aún disponiendo de mayor superficie que un coche para incorporar placas fotovoltaicas, difícilmente serían suficientes para al autogeneración y ofrecer potencias de carga altas, pero contribuirían a disponer de una energía más sostenible.

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