El precio del coche eléctrico de segunda mano, en caída libre

El precio del coche eléctrico de segunda mano, en caída libre

El mercado del coche eléctrico empieza a padecer nuevos problemas que, hasta la fecha, no eran habituales, algo que estaría afectando directamente a los vehículos de este tipo de segunda mano, y que supone un gran reto para la industria, que se enfrenta a una nueva dificultad para imponerse en este difícil mercado.

 

El caso es que desde hace meses el sector viene avisando de que el mercado del coche eléctrico se está enfriando, entre otras cosas, porque se encuentra en un punto que no conocía hasta ahora. Los early-adopters, aquellos que fueron los primeros en decidirse a dar el paso de adquirir un coche eléctrico ya tienen uno, pero ahora llrga el momento de las clase media; y sin coches eléctricos que garanticen una autonomía suficiente a un precio asequible, el comprador que antes apostaba por coches más sencillos y prácticos, tiene reservas a la hora de pasarse al eléctrico.

Aunque las ventas de coches eléctricos siguen creciendo a buen ritmo, y el 14 % de los coches que se venden en Europa ya son eléctricos, los fabricantes han optado por recortar previsiones, una tendencia que se está imponiendo también en el mercado del coche eléctrico de segunda mano.

Así las cosas, según ha explicado Dirk Weddigen von Knapp, representante de una agrupación de concesionarios de Audi y Volkswagen, "hay que reducir los precios de manera significativa solo para que los clientes se fijen en los coches eléctricos", ya que los precios de los vehículos nuevos y usados entre los coches eléctricos se están alejando muy rápido y la brecha es cada vez más grande.

Además, según los expertos, el valor residual del vehículo pasados tres años, es muy inferior en un coche eléctrico en comparación a uno de combustión, de manera que que, mientras que pasados tres años el coche de combustión se vende a casi un 70 % de su valor, uno eléctrico ya está por debajo del 60 %.

La brecha no es tan grande como ya lo fue en 2022, pero la tendencia alerta de que el precio medio del eléctrico de segunda mano está cayendo bastante deprisa, de forma que el mercado del coche eléctrico de segunda mano parece ir a dos velocidades; y mientras que las empresas que tienen flotas han ido acogiéndolo, el cliente particular es bastante reticente a dar el paso.

El problema es que estamos a las puertas de lo que se considera una nueva generación de vehículos eléctricos, que apunta a precios que rondan los 20.000 euros, debido a la entrada de los fabricantes chinos y a las promesas de precios más competitivos a corto y medio plazo por parte de las compañías occidentales, algo que está haciendo que muchos compradores alarguen la vida útil de sus automóviles antes de dar el paso a la movilidad eléctrica.

Para la mayoría de estos potenciales compradores, el coche eléctrico de segunda mano no parece ser una opción, de modo que las dudas sobre la salud de la batería y las promesas de coches eléctricos mucho más capaces a menor precio, estarían lastrando la demanda de coches eléctricos de segunda mano.

La realidad es que el mercado del coche eléctrico con precios más atractivos está lleno de coches de entre 200 y 300 kilómetros de autonomía, una cifra exigua que puede ser válida para algún uso concreto, pero que es menos atractiva cuando se duda de la salud de la batería del coche eléctrico.

El valor de la batería sigue representando entre el 30 y el 40 % del precio del vehículo, lo que ayuda a que exista un miedo infundado, pues aunque comprobar la salud de la batería es sencillo, tiene sentido si se tiene en cuenta que sustituirla puede ser tan costoso que puede elevar la factura final de la compra en miles de euros por cada módulo cambiado.

Con todo, el problema se puede agravar el próximo año, ya que en Europa, el coche eléctrico ha sido adquirido en numerosas ocasiones mediante renting, y 2024 es el final de este proceso  para un número significativo de estos contratos.

Otro problema añadido es que las grandes compañías de alquiler o las empresas de renting han venido optando por comprar coches eléctricos, pero la mala salida que están teniendo en el mercado de segunda mano, está haciendo que estas compañías estén echando el freno, algo que trae como consecuencia las dudas sobre qué hacer con ese exceso de stock.

Hasta la fecha, buena parte de los coches desechados por los europeos han terminado en África, pero un exceso de stock de vehículos eléctricos con pocos años es complicado saber dónde pueden ir a parar, teniendo en cuenta que África carece a día de hoy de la infraestructura necesaria para absorberlos.

El sector esperade esta manera, una nueva situación en el mercado que hasta ahora no se ha experimentado, en el que numerosos los compradores están retrasando la compra de su nuevo vehículo, al tiempo que las compañías anuncian nuevos coches eléctricos más asequibles que hasta ahora... algo que provoca una oferta en la segunda mano que seguirá creciendo pero que, por el momento, no encuentra comprador.

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