Cupra ha apostado por su modelo e-Racer a la hora de convertirlo en el coche eléctrico de competición más potente del panorama internacional, y ha conseguido hacerse, por segundo año consecutivo, con el premio en el Campeonato del Mundo de Turismos eléctricos.
Se trata de una máquina que ofrece nada menos que 680 CV de potencia, y que se mueve como pez en el agua en el mundo de la competición, que más allá de un escaparate de marketing para las marcas, sirve para desarrollar soluciones que luego implementar en los modelos de producción.
Así las cosas, la marca española ha apostado por esta competición con turismos eléctricos que dan continuidad al WTCR, competición en la que sigue corriendo con coches de combustión.
El desarrollo de la base técnica de los coches que compiten en este ETCR se llevó a cabo en España por la propia Cupra a partir de un intenso trabajo desarrollado por el piloto oficial de la marca, Jordi Gené.
Bajo la carrocería, similar a la de un Cupra León, podemos encontrar diferentes configuraciones con una potencia máxima de 680 CV., en las que todo el peso se centra en la parte posterior del coche, justo donde se ubican los cuatro motores, dos por rueda, que dan potencia únicamente al eje trasero.
También es muy destacado par 960 Nm al eje posterior, una fuerza suficiente para fundir los neumáticos, un elemento destscado de este modelo, ya que Goodyear ha desarrollado especialmente un único tipo de compuesto válido para condiciones de seco y mojado, con banda de rodadura rayada y una arquitectura similar a la de sus neumáticos de calle.
El e-Racer acelera de 0 a 100 km/h en 3,2 segundos, alcanza una velocidad máxima de 272 km/h. e incluye control de tracción, algo que no suele darse en este tipo de competicionesl.
El volante de este modelo no tiene nada que ver con el de un coche de producción, está repleto de botones, y en el centro lleva una pantalla digital, aunque carece de aro en la parte superior, quedando los laterales y la parte inferior como puntos de agarre.
El coche cuenta con un grupo de luces en la parte posterior izquierda, cuya luz verde indica lo que se puede tocar, mientras que la roja indica lo que no se debe tocar por riesgo de descarga eléctrica.