El fabricante sueco de baterías Northvolt ha anunciado el desarrollo de su primera generación de celdas de iones de sodio, diseñadas para sentar las bases de la próxima generación de soluciones de almacenamiento de energía de la empresa, que espera que las generaciones posteriores ofrecezcan una mayor densidad energética, y que abrirá, a su vez, oportunidades para permitir soluciones de movilidad eléctrica.
La tecnología de iones de sodio de esta compañía ha sido validada a más de 160 Wh/kg en su campus de I+D e industrialización, Northvolt Labs, en Västerås (Suecia), obteniendo un nivel de rendimiento que hace que la tecnología sea competitiva con la química de almacenamiento de energía dominante en la actualidad: las baterías de litio hierro fosfato (LFP).
En este sentido, Wilhelm Löwenhielm, director senior de desarrollo de negocio ESS de Northvolt, ha afirmado que “gracias a la abundancia mundial de materiales de entrada, así como a la robustez y sostenibilidad de la tecnología de iones de sodio, Northvolt considera que esta tecnología es una parte clave de la cartera de productos de la empresa a largo plazo”, para añadir que “con este producto de iones de sodio de primera generación, Northvolt sacará al mercado una solución a escala competitiva con las soluciones LFP. Con el tiempo, se espera que la tecnología supere significativamente a la LFP en términos de competitividad de costes”.
Según Löwenhielm, Northvolt pretende abordar el mercado del almacenamiento de energía con una solución completa de baterías “plug & play” que permita una rápida entrada en el mercado y su ampliación. En este sentido ha afirmado que “las actividades clave para llevar esta tecnología concreta al mercado es la ampliación de la cadena de suministro de materiales para baterías, que Northvolt está llevando a cabo actualmente junto con socios clave”.
Por elmomento, la empresa ha revelado pocos detalles sobre el rendimiento de la tecnología, y solo ha expliacdo que su célula de iones de sodio se basa en un ánodo de carbono duro y un cátodo basado en el blanco de Prusia, lo que la hace similar a la primera generación de células de iones de sodio presentada por el peso pesado de la industria china de baterías CATL en 2021.
Así las cosas, Northvolt se ha adherido a la química de las baterías de níquel-manganeso-cobalto (NMC), la preferida por los clientes de vehículos eléctricos; y la plataforma ESS de la empresa se basa en la misma química, que se considera menos sostenible que la LFP por su contenido en cobalto y níquel.
Sin embargo, la startup sueca, que se ha asegurado el respaldo de grandes inversores como Volkswagen, BlackRock y Goldman Sachs desde su creación en 2016, siempre ha afirmado que está construyendo las baterías de iones de litio más ecológicas del mundo, con una huella de CO2 mínima, logrando reducir la huella de carbono de sus celdas de iones de litio a 33 kg CO2/kWh, una reducción de dos tercios en comparación con una referencia de la industria.
Hace aproximadamente un año, Northvolt anunció una inversión en Altris, una empresa tecnológica sueca que ha desarrollado una tecnología propia para producir Fennac, un componente clave en las baterías de iones de sodio que consta de sodio, carbono de hierro y nitrógeno. En octubre, Altris anunció un hito en el desarrollo de su tecnología, al presentar una célula de batería de iones de sodio de 160 Wh/kg.