Un reciente estudio realizado por Deloitte revela que los consumidores de todo el mundo muestran una preferencia renovada por los coches con motor de combustión, e incide en los tres factores que decantan esta preferencia de los usuarios: la autonomía limitada, el tiempo de carga y la deficiente red de recarga pública.
El informe, elaborado por esta prestigiosa consultora y auditora, se sustenta en la opinión de 27.000 usuarios de 26 países, y destaca la pérdida de interés por el coche eléctrico en algunos de los mercados más importantes del mundo como en Estados Unidos y Alemania.
Los resultados de esta macroencuesta, que incluye a un millar de consumidores españoles, coinciden con un leve descenso en las ventas de coches eléctricos en Europa en diciembre de 2023.
Como respuesta a esta tendencia, algunas marcas han reaccionado rápidamente al reducir los precios de ciertos modelos de cero emisiones, buscando incentivar el ritmo de ventas con descuentos que llegan hasta los 8.000 euros, una cantidad a la que hay que en el caso de España, hay añadir las ayudas del Gobierno a través de las subvenciones del Plan Moves III.
El estudio incide en los tres factores que decantan la preferencia de los usuarios por los coches con motor de combustión interna: la autonomía limitada, el tiempo de carga y la deficiente red de recarga pública en mucho, aspectos determinantes que inciden en la elección de los consumidores.
Además, aunque el estudio de Deloitte no lo cita, los coches eléctricos se deprecian más rápidamente que los vehículos con motores tradicionales, de acuerdo con otro estudio de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparaciones y Recambios (Ganvam) y la empresa alemana de tasación DAT. Este trabajo detalla cómo los coches de gasolina y diésel no se deprecian tan rápido como los eléctricos.
Ahora bien, el Estudio Global de Consumidores Automotrices 2024 que ha dado a conocer Deloitte, ofrece distintas lecturas dependiendo del lugar donde se han obtenido los dados para elaborar el informe. Por ejemplo, el precio es el criterio principal para elegir la marca del próximo automóvil en mercados desarrollados como Estados Unidos (59 %), Japón (58 %) y Alemania (55 %) mientras que en India (65 %) y el Sudeste asiático (62 %) valoran la calidad del producto por encima de todo.
Con todo, hay un dato que llama poderosamente la atención, y es que en determinadas partes del mundo, y especialmente en mercados prósperos, se observa una recuperación de la popularidad de los coches con motor de combustión interna. Así las cosas, en Estados Unidos, el 67 % de los encuestados prefieren un coche con motor tradicional que otro eléctrico cuando en 2023 solo eran el 58 %. Lo mismo sucede en el Sudeste Asiático (52 %, frente al 50 % en 2023) y Alemania (49 % frente al 45 % en 2023).
Pese a la opinión de los automovilistas alemanes, Deloitte asegura en el informe que “la desaceleración en la fabricación de los vehículos eléctricos aún no es muy visible en Europa”, y destaca que la producción de los modelos de tecnología híbrida creció un 37 % respecto al año anterior, y la de los eléctricos puros, un 30 %, según datos de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles.
No obstante, los autores del estudio también subrayan que en diciembre de 2023 bajó el ritmo de producción “posiblemente influenciada por el mercado alemán, donde se nota un cambio de tendencia hacia los coches con motor de combustión interna”.
De esta manera, los consumidores que optan por un coche eléctrico están convencidos por el menor coste de carga, en países como Estados Unidos (66 %), Japón (62 %) o Alemania (50 %), así como por la preocupación medioambiental y los menores costes de mantenimiento en India (68 % y 56 %, respectivamente).
El informe de Deloitte revela además que la mayoría de los consumidores encuestados están preocupados por el impacto medioambiental de las baterías. Esta percepción es muy alta sobre todo en los países asiáticos -India (89 %), Sudeste Asiático (77 %), Corea (69 %), China (66 %) y Japón (57 %)-, aunque también lo es para los usuarios de Alemania (64 %) y Estados Unidos (62 %), lo que indica a los actores de la industria que deben implementar prácticas sostenibles para el uso y reciclaje de estos componentes.