En medio de una desaceleración mundial de la comercialización de coches eléctgricos, cada vez más ciudadanos empiezan a mirar con otros ojos a los híbridos enchufables, tanto en China como en Europa. En ambas partes del mundo, las políticas van encaminadas a tener un transporte más limpio, y el coche eléctrico es la mejor solución... sin embargo, lo más limpio no siempre es lo más práctico.
Se trata de algo que ya están descubriendo en China, donde el coche eléctrico está ralentizando su crecimiento al tiempo que los híbridos enchufables empiezan a disparar sus ventas, aunqu hay que tener claro que el coche eléctrico se sigue vendiendo allí el doble que el híbrido enchufable. Con todo, al finalizar 2023, se confirmaba este cambio de tendencia, que apunta a que si bien los vehículos eléctricos que funcionan exclusivamente con baterías están liderando la transición gracias al amplio apoyo político y a las compras de flotas dirigidas por el gobierno, los datos de ventas sugieren que los consumidores exigen cada vez más varios tipos de vehículos híbridos que quemen combustibles fósiles como respaldo.
En palabras de Ernan Cui, analista de Gavekal Dragononomics, estas afirmaciones están respaldadas por los datos de ventas, de manera que mientras que la demanda de coches eléctricos experimentó un crecimiento del 25 % en 2023, los híbridos enchufables se vendieron un 85 % más que el año anterior.
Buena parte de los motivos que explican este cambio en los intereses de los potenciales compradores, ya que hasta ahora el comprador del coche eléctrico en China se ha caracterizado por tener un poder adquisitivo medio-alto y vivir en enormes ciudades donde los enchufes no escasean y donde se practica una movilidad en la que no se utiliza el coche fuera de la ciudad salvo contadas excepciones.
China es un país tan grande que rara vez se cubren grandes distancias en coche, por lo que éste se suele utilizar sólo en los entornos urbanos. Al contrario de lo que sucede en España, no suele haber un "pueblo" al que volver de vacaciones y las escapadas de fin de semana no son habituales, lo que afecta también al maletero del coche.
Como no se viaja y en las grandes ciudades todo está pensado para que se entregue en casa, los coches suelen tener un volumen de maletero más pequeño que los europeos. Por otra parte, la oferta de coches eléctricos ha saturado las ciudades de mayor tamaño y los clientes que ahora intentan acceder a un nuevo vehículo, lo hacen llegados desde ciudades más pequeñas y entornos rurales, donde un híbrido enchufable es más interesante porque es un tipo de automóvil de menor precio medio y porque, llegado el caso, siempre está la posibilidad de seguir cubriendo kilómetros con un motor puro de combustión.
Este nuevo escenario supone un problema para algunos de los actores más relevantes del panorama del coche eléctrico en aquel país; y a quien más le puede interesar este cambio es a BYD, el gigante chino que ya consiguió posicionarse el año pasado como el fabricante más vendido en China , superando a Tesla en la venta de coches eléctricos puros.
Este cambio de rumbo podría remover las aguas para los pescadores más pequeños, de manera que es bastante probable que Li Auto se convierta en el tercer fabricante más potente de China muy pronto, a lo que habría que sumar los problemas que las compañías fabricantes de mocelos exclusivamente eléctricos tienen en el resto del mundo.
Así las cosas, la demanda de coches eléctricos, aunque crece, está ralentizándose y, al mismo tiempo, la exportación de este tipo de automóviles a Europa corre peligro, con la posibilidad de imponer aranceles a los coches que allí se producen.