¿Qué ocurre con el coche eléctrico cuando las temperaturas están bajo cero...?

¿Qué ocurre con el coche eléctrico cuando las temperaturas están bajo cero...?

Las baterías de los coches eléctricos no se llevan bien con el frío, ya que funcionan peor, pierden eficacia y agotan su carga con mayor rapidez. De esta manera, las bajas temperaturas propias de esta época del año, con nevadas y heladas por toda la geografía española, sirven de aviso para que todos los conductores, pero sobre todo los de los coches eléctricos, extremen las precauciones al volante.

 

Cuando las condiciones climatológicas son adversas, se recomienda aminorar la velocidad y aumentar la distancia de frenada. La nieve y el hielo son dos de los principales enemigos del conductor, lo mismo que la niebla y la lluvia, pero esto es algo que afecta seriamente, también al coche eléctrico, ya que más allá de que no estén expresamente pensados para este clima, las temperaturas bajo cero pueden hacerle daño, por lo que optimizar su recarga resultará fundamental.

Prácticamente todos los modelos llevan baterías de ion litio, que necesitan estar a una temperatura por encima de cero grados para poder funcionar bien. En general, los vehículos eléctricos pueden perder del orden del 20 % al 30 % de su autonomía por culpa del frío, al tiempo que la batería sufre una importante degradación.

Por otra parte, el desgaste de las celdas es mayor con el frío, por lo que los fabricantes de este tipo de vehículos reducen la velocidad de carga a temperaturas bajo cero para proteger la batería, además de utilizar un sistema de gestión de la batería que la mantiene en un rango de temperatura ideal, incluso por la noche, cuando el coche no está en uso.

Entre los trucos prácticos que preservarán la vida útil de la batería del coche eléctrico, y que permitirán aprovechar al máximo la energía del proceso de carga, destaca el de cargar el vehículo al llegar a casa, cuando la batería aún está caliente, ya que el proceso de carga es más lento cuánto más fría esté la batería, es decir, una batería caliente absorbe electricidad de forma más rápida que una fría.

También es aconsejable cargar el coche durante la noche, ya que si la noche ha sido muy fría y especialmente si el coche está aparcado en exteriores, se necesitará más energía para que la batería alcance la temperatura adecuada. Por este motivo es buena opción programar la carga del vehículo durante la noche si se dispone de un dispositivo de recarga en casa o en el garaje del edificio.

De esta manera, la batería mantendrá una buena temperatura y reducirás la pérdida de autonomía. En cualquier caso, es recomendable, antes de salir, aprovechar la energía de la estación de carga, precalentando el vehículo mientras esté conectado, ya que así tomará la energía directamente de la red a través de la estación, y no directamente de la batería.

También es recomendable planificar la hora de salida, de forma que el coche estará completamente cargado justo en el momento de iniciar la conducción, evitando que la batería se enfríe y necesite energía adicional.

Además siempre será positivo planificar la ruta, ya que antes de que un coche se detenga por falta de batería, el sistema habrá dado varios avisos y la velocidad máxima permitida se habrá restringido. De esta manera, para evitar sobresaltos, será bueno planificar la ruta por adelantado, sobre todo en viajes largos, incluyendo las posibles paradas para cargar.

Por último, los expertos recomiendan utilizar la calefacción de asiento durante la conducción, de modo que se invertirá menos energía que usando el sistema de calefacción central, especialmente si se viaja solo.

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