Un Nissan Ariya con el motor y la batería de serie, va a recorrer los más de 27.000 kilómetros que separan el Polo Norte magnético y el Polo Sur, una aventura que Nissan se ha tomado como reto, y que pasa por demostrar que los vehículos cero emisiones pueden embarcarse en aventuras.
La autonomía sigue siendo uno de los factores que echan para atrás a los compradores a la hora de adquirir un coche eléctrico, un motivo por el que el fabricante japonés ha decidido afrontar esta aventura, con una unidad a lo más de serie posible, usando solo las modificaciones imprescindibles, y dejando intactos tanto el motor como la batería, que son idénticos a los de cualquier Ariya de producción.
Lógicamente, está claro que se trata de una variante preparada de este modelo de Nissan, con detalles como los pasos de rueda ensanchados, algo necesario para hacer hueco a las ruedas con neumáticos todoterreno de 39 pulgadas que hacen falta para circular por la nieve y el hielo.
También se han modificado las suspensiones y otros pequeños cambios que son imprescindibles, pero, a la par, resultan contraproducentes para la autonomía del vehículo, ya que aumentan su peso y, sobre todo, aportar un mayor ancho de banda de rodadura, se incrementa el roce con el suelo y perjudica el alcance.
La batería y el sistema de propulsión son de serie, aunque la marca no ha concretado cuál de las distintas versiones del modelo es. Por lógica, debería llevar una de las variantes con tracción integral, concretamente la intermedia, que desarrolla 306 CV, y cuenta con una batería de 87 kWh de capacidad que homologa una distancia de alcance de 460 kilómetros.
Como durante gran parte del camino no habrá lugares en los que recargar de manera tradicional, se han llevado a cabo algunas modificaciones, de forma que en el techo se ha instalado un conjunto de paneles solares y una turbina eólica para rellenar la batería con energía renovable tanto mientras se circula como cuando el vehículo esté parado.
En relación con esta avenura, Chris Ramsey, líder de expedición, ha explicado que “una de las cosas que sustentan todas las aventuras que hacemos es que cogemos un vehículo eléctrico de producción estándar y nuestro objetivo es realizar cambios mínimos para demostrar claramente sus capacidades reales y cotidianas, independientemente de dónde lo estás conduciendo”.
Por su parte, su copiloto Julie Ramsey, ha apuntado que “la planificación y preparación de la expedición ‘Pole to Pole’ ha sido una parte muy importante de nuestras vidas durante los últimos cuatro años, así que tengo muchas ganas de poner en marcha la expedición en marzo”.