El coste y la frecuencia de mantenimiento se encuentran entre los principales motivos por los que los conductores se resisten a comprar un coche eléctrico, hasta el punto de que el 44% de los conductores considera erróneamente que el coste de mantenimiento o reparación es más alto que el de un coche gasolina o diésel, según GIPA.
En este sentido, desde Norauto, la cadena de mantenimiento y equipamiento integral del automóvil, recomiendan hacer una revisión anual del coche eléctrico para comprobar los principales puntos de control y poner el vehículo a punto. Sin embargo, los puntos que se deben controlar o revisar son muchos menos que los que corresponden a un automóvil gasolina o diésel.
Según el estudio realizado por GIPA, el 7 % de los conductores elegiría un coche eléctrico en su próxima compra, aunque son muchas las dudas que puede tener un conductor a la hora de optar por este tipo de vehículos, siendo el coste del mantenimiento y su frecuencia uno de los motivos, algo que sin embargo, no es así.
La frecuencia de paso por el taller dependerde muchos factores, tales como el tipo de conducción, si se sufren más o menos accidentes, la recomendación del fabricante, o si hay una avería imprevista… Además, lo recomendable es acudir de manera anual al taller para hacer una revisión en profundidad del vehículo, una revisión que también es aconsejable realizar en los coches de combustión.
“Los vehículos eléctricos no sufren más averías que los gasolina o diésel. Todo lo contrario. Los eléctricos puros o la parte eléctrica de los híbridos sufren menos averías si lo comparamos con un motor de combustión. De hecho, un coche eléctrico tiene menos piezas que un automóvil de gasolina o diésel y, por lo tanto, su mantenimiento es menor. También hay que tener en cuenta que los coches eléctricos tienen muchos menos fluidos que mantener que los de combustión interna“
Según ha señalado Víctor Pardo, Market Manager de Norauto., una de las grandes ventajas es que talleres como los de esta marca ya están preparados para realizar las revisiones y reparaciones de este tipo de automóviles y, por lo tanto, hay una mejor calidad-precio de estos servicios, teniendo en cuenta que las peculiaridades de los vehículos eléctricos hacen que se tengan que establecer puntos de control específicos para este tipo de automóviles.
Así las cosas, los talleres para este tipo de vehículos deben contar con un plan de mantenimiento concreto para coches eléctricos donde se revisa el estado del cable de carga, así como los cables y fundas de los cables de alta tensión. También se comprueba el pack de baterías y el estado del conector de carga y se realiza un diagnóstico electrónico del pack de batería.
Además, se llevan a cabo tres controles técnicos para conocer el estado de salud de la batería de alta tensión; además de abordar la revisión habitual del vehículo de aquellos elementos comunes que comparten todos los coches, tales como neumáticos, frenos, bombillas, amortiguadores, aire acondicionado, filtros, suspensión, rótulas, fuelles, escobillas, limpiaparabrisas, rodamientos…etc.
En cualquier caso, los expertos recomiendan realizar una revisión en profundidad cada año para una mayor seguridad, en la que se comprueben determinados elementos como la batería y aquellos más de desgaste como son neumáticos, frenos… sobre todo, antes de desplazamientos largos.
Es importante destacar que el precio de este mantenimiento no es más elevado que la revisión habitual que debe hacer un coche de combustión; y de hecho, este ahorro se añade a los lo que ya suponen los consumos, o los estacionamientos en zonas reguladas, donde es gratuito.
De esta manera, entre los elementos no se deben revisar o cambiar en un coche eléctrico, destacan:
● Aceite motor
● Filtros de aceite, combustible (el de aire algunos eléctricos tienen uno para la refrigeración de la parte eléctrica).
● Correa de distribución
● Escape, catalizador, FAP, Adblue, EGR
● Embrague
● Bujías, bobinas
● Alternador, motor de arranque
● Calentadores
● Inyectores, bombas de combustible
● Turbo
