Nadie que aprecie su vida mete las manos mojadas en un enchufe, ya que todo el mundo sabe que el agua es una gran conductora de electricidad debido a los minerales disueltos que contiene. Por ersta razón, parecería lógico plantear ciertas dudas y reticencias a la hora de cargar un coche eléctrico con lluvia en la calle.
Sin embargo, los condictores de coches eléctricos pueden estar tranquilos, ya que el sistema de recarga de este tipo de vehículos está pensado para que sea completamente seguro mientras se realiza la carga eléctrica, incluido el caso de que esté cayendo una tormenta.
Lo que los conductores de este tipo de automóviles deben conocer para su tranquilidad es que el circuito siempre es hermético, con el objetivo de que no se llegue a filtrar ninguna gota de agua, incluso cuando hay lluvias torrenciales.
Así las cosas, en el momento en que introduces el conector, sea del tipo que sea, se pone en marcha un modo de recarga de distinta complejidad en el que el dispositivo de recarga ubicado en la pared y el coche tienen comunicación, lo que significa que ambos elementos se van a poner de acuerdo para empezar la recarga, es decir, que por el cable no va a circular ningún tipo de electricidad hasta que el sistema dé su aprobación y haya una conexión física.
Por tanto, el riesgo de electrocución es nulo, a pesar de que esté lloviendo o, incluso, nevando. El caso es que si hay algún problema, no se va a dar la orden de iniciar la transferencia de electrones de la red eléctrica a las baterías del coche, de forma que se va a evitar un cortocircuito o una sobrecarga, con el fin de no dañar el sistema de recarga del vehículo.
Además, los elementos de recarga deben cumplir con los estándares IEC de seguridad, entre los que se incluye el índice de protección IP, que mide el nivel de aislamiento que tienen los cargadores y que evitan que entre suciedad o humedad en el sistema. Este índice incluye dos letras (IP) y dos números, y cuanto más altos son esos números, mejor es la protección. Como referencia, un cargador seguro sería un IP65.
En España, además, cualquier instalación de recarga eléctrica debe cumplir con la Instrucción Técnica Complementaria (ITC) BT 52, que aborda de las “Instalaciones con fines especiales. Infraestructura para la recarga de vehículos eléctricos”.
En cualquier caso, para evitar cualquier complicación durante la recarga, lo aconsejable es conectar primero el cable en el punto de recarga y luego enchufarlo al coche; y una vez que el vehículo esté recargado, realizar la operación contraria, es decir, primero desenchufar el conector del coche y luego el del punto de recarga.
Además, en caso de emergencia, todos los puntos de recarga tienen un botón o pulsador que permite interrumpir inmediatamente la descarga, independientemente de que se esté haciendo un carga lenta o rápida, que libera el conector que, por seguridad, está bloqueado mientras se lleva a cabo el paso de electricidad.
Para concluir, se puede afirmar que el sistema de carga de cualquier coche eléctrico, si funciona bien, es completamente seguro y está estudiado para aguantar cualquier tipo de clima, ya sea lluvia, nieve, viento, etc.