Desarrollan una herramienta que calcula el CO2 que emite un coche eléctrico

Desarrollan una herramienta que calcula el CO2 que emite un coche eléctrico

El laboratorio de análisis Green NCAP, encargado de revisar el potencial contaminante de los coches en Europa, acaba de lanzar una herramienta que calcula cuánta energía consume y cuántas emisiones lanza a la atmósfera un coche eléctrico a lo largo de su ciclo de vida.

 

El organismo entiende por vida aquello que ocurre entre la fabricación del vehículo y su desguace. En la práctica y sobre el asfalto, esta nueva aplicación asigna un máximo de 16 años de circulación, un tiempo en el que un turismo medio de combustión usado en España lanza a la atmósfera entre 40 y 50 toneladas de CO2, frente a las entre 20 y 25 que emite un coche eléctrico.

Disponible solo en la web, y por el momento sin versión app para móviles, la herramienta denominada Life Cycle Assessment (LCA), que podría traducirse como evaluación del ciclo de vida, permite a los usuarios comparar los valores de emisiones y gasto energético de unos 30.000 modelos y versiones diferentes.

Entre las etapas que incluye en su cálculo este laboratorio, están la extracción de materias primas y la propia fabricación. También la distribución, la producción de combustibles, los servicios necesarios para el abastecimiento, el uso del producto y su reciclaje o retirada final.

La aplicación LCA permite personalizar tanto el kilometraje anual como el país de uso, y comparar hasta tres coches y dos países a la vez; y los resultados muestran el impacto ambiental del vehículo a lo largo del tiempo, además de resaltar fases particulares en el ciclo de vida.

De esta manera, Green NCAP detalla el coste en electricidad y emisiones de la fabricación, el propio uso o, en el caso de los eléctricos, la fabricación de las baterías.

Con esta información, la herramienta posibilita a los compradores identificar los factores desencadenantes de las emisiones para una mayor mejora de la sostenibilidad, de forma que, por ejemplo, un coche compacto de gasolina utilizado en España durante 16 años y que recorra 15.000 kilómetros anuales consume alrededor de 185 MWh de energía; y al mismo tiempo, produce alrededor de 45 toneladas de emisiones de CO2.

Por el contrario, un vehículo eléctrico de batería de tamaño equiparable emite la mitad de CO2 o menos, con una demanda de energía similar.

Green NCAP demuestra que no todos los híbridos enchufables son eficientes; sin embargo, el impacto real y la demanda de energía de los coches eléctricos dependen en gran medida del origen de la electricidad.

Green NCAP estima que producir un kWh en España supone unas emisiones de 154 gramos de CO2. Un coche eléctrico tiene una batería de 50 o 60 kWh de capacidad, que habrá que rellenar miles de veces durante 16 años de conducción, y aAunque por su tubo de escape no salga humo, suministrar energía a un eléctrico supone la emisión de unas siete toneladas de CO2.

La cifra cae a 28 gramos por kWh si para la recarga diaria del vehículo se utiliza un mix de energías renovables, un caso en el que las emisiones son de poco más de una tonelada en esos tres lustros y un año.

En otros países, las emisiones del vehículo eléctrico de tamaño compacto son muy diferentes. Si el turismo se utiliza en Polonia, por ejemplo, sin apenas fuentes de energía renovables, las emisiones de un eléctrico alcanzan casi 50 toneladas, más que uno de gasolina similar.

A la herramienta de Green NCAP también pueden acceder zquellos que estén valorando la posibilidad de comprar un superdeportivo o un coche de lujo, ya que algunos de estos modelos consumen entre 15 y 18 litros cada 100 kilómetros y emiten entre 350 y 500 gramos de CO2 por kilómetro; y durante 16 años de uso, según la aplicación LCA, emiten a la atmósfera entre 120 y 135 toneladas de CO2.

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