Hacer una buena planificación es muy importante antes de iniciar un viaje en coche, pero en el caso de los vehículos eléctricos, esto se convierte en algo de vital importancia, ya que al tener un rango de autonomía muy limitado en comparación con los vehículos tradicionales, es más complicado plantear viajes largos por carretera.
Los coches eléctricos cuentan una autonomía real mediA que oscila entre los 300 y 350 kilómetros, y aunque algunas marcas premium cuentan con modelos que pueden llegar hasta los 600 kilómetros, no se trata de coches a los que pueda acceder el conductor medio. Así las cosas, si queremos viajar con esos 300-350 kilómetros de autonomía media, será necesario hacer una buena planificación para no quedarnos tirados en el camino.
El primer factor que debemos tener en cuenta antes de hacer viajes largos en coche eléctrico es la autonomía, ya que dependiendo de la distancia que pueda recorrer con una sola recarga, se podrá plantear un viaje o no. Siempre será conveniente salir con la batería cargada al 100 % cargada, pero si estamos ante un vehículo pensado para desplazamientos cortos por ciudad, siempre va a ser limitado.
Por este motivo, será importante localizar los puntos de recargas en la ruta, cuyo fin será evitar la denominada ansiedad de la autonomía, es decir, el miedo a quedarse tirado en la carretera sin haber encontrado una estación para recargar la batería.
Los vehículos de última generación disponen de navegadores que calculan la ruta más rápida teniendo en cuenta la autonomía del vehículo y las estaciones de recarga, pero es que además, existen aplicaciones como Electromaps, Place to Plug o Chargemap que ayudan a encontrar puntos de recarga.
Además, será importante tener en cuenta la orografía de la zona, un factor importante a la hora de viajar en coche eléctrico, ya que no será lo mismo viajar por un terreno llano, que por uno montañoso, con continuas subidas y bajadas, de manera que la orografía incidirá en la autonomía, y mientras que en un terreno llano podremos utilizar el modo eco y el freno regenerativo, lo que permitirá cargar un poco la batería; en uno montañoso, el consumo de la batería se disparará.
Otro aspecto a tener en cuenta es el control de los pesos en el vehículo, ya que si se carga demasiado el maletero afectará directamente en la autonomía del vehículo, igual que ocurre en el consumo de combustible.
Por otra parte, también será importante controlar la climatización, ya que igual que ocurre con el peso, esta incide notablemente en el consumo de energía de la batería, especialmente en verano, que es cuando hacemos más uso de ella, debido a las altas temperaturas. Por ello, es recomendable utilizar el sistema de preclimatización.
Sin embargo, a la hora de hacer un viaje en invierno, tendremos que tener en cuenta como factor importante el frío intenso, que no es un buen aliado de la batería, de forma que en zonas de mucho frío, las baterías se agotan antes y tardan más en recargarse.
Otro pequeño truco para mejorar las condiciones de un viaje en coche eléctrico consiste en organizar las paradas en un viaje largo, y entre las cuales, al menos una será de larga duración para recargar la batería, aprovechando la ocasión para descansar o comer. En este punto, dependiendo del tipo de cargador, en poco más de una hora se puede recuperar buena parte de la batería, suficiente para continuar con el trayecto, pero si hay un punto de carga súper rápida y el vehículo admite esa potencia, bastará con 20 o 30 minutos.
Por último, siempre será recomendable buscar alojamientos con puntos de recarga, de forma que así podrás recarga la batería una vez llegues al hotel o lugar donde vayas a pasar el día, lo que permitirá hacer pequeños desplazamientos que necesites por la zona, y tener la batería completa cuando inicies el regreso a casa.