Antonio Espinosa de los Monteros es un joven emprendedor, arquitecto de formación, que se ha propuesto cambiar las reglas del automóvil y que está convencido de que los coches necesitan inversiones excesivas por los metales sobre los que están construidos y la maquinaria para su fabricación, por lo que ha creado la empresa Liux, que pretende convertirse en una nueva marca de coches eléstricos sostenibles totalmente española.
Antonio ha marcado en el calendario el año 2024 como la fecha en la que empezaá a fabricar su nuevo coche eléctrico. "Empezamos con Liux hace dos años, en octubre de 2020. Previamente ya tenía experiencia montando empresas como Auara, una marca de agua de la que soy el responsable y con la que invertimos los beneficios en llevar este líquido vital a países en desarrollo", ha afirmado.
Este emprendedor pretende que Liux sea la marca más sostenible del mercado, pero además, quiere que sea accesible para todos, a partir de un coche construido con una carrocería de origen vegetal al 90 % y con baterías fácilmente extraíbles.
Así las cosas, Liux pretende configurarse como la primera start-up en competir con los fabricantes de coches tradicionales de la industria del automóvil, levantado una ronda de financiación en Estados Unidos o China, ya que en estos países es más fácil conseguirlo que en España. Por el momento ya ha conseguido una inversión a partir de varios ‘business angels’ que le ha permitido formar un equipo de 20 personas y crear el Liux Animal, el primer prototipo que tendrá su puesta de largo el próximo 10 de noviembre en un evento que se celebrará en Madrid.
De esta manera, el Liux Animal tendrá un tamaño compacto y una altura muy baja de 1,34 metros, con un peso razonable de alrededor de 1.700 kilos, y se caracteriza por su novedoso sistema de baterías y por utilizar fibras y resinas en la carrocería.
Para las baterías, el vehículo contará con un chasis de aluminio, pero estas no formarán parte de la estructura del vehículo, de manera que se podrán retirar y colocar de forma sencilla subiendo el coche a un elevador, lo que permitirá una mayor flexibilidad, de manera que, si en el futuro las baterías tienen otra tecnología, será fácil quitarlas y poner otras.
La baterías del Liux serán suministradas por Panasonic, aunque ellos reciben las celdas, y después las unen en módulos o paquetes de baterías, de forma que el coche podría tener dos o cuatro paquetes de baterías. Cada paquete de baterías pesa unos 100 kilos y tiene 23 kWh de capacidad, por lo que la versión inicial tendrá dos paquetes de baterías con 45 kWh y la más capaz ofrecerá 90 kWh de capacidad en cuatro paquetes de baterías.
La primera versión ofrecerá una autonomía de 300 kilómetros, mientras que la más capaz tendrá unos 600 kilómetros de autonomía; y además, contarán con la tecnología de 800 voltios lo que permitirá cargas rápidas.
Con todo, la principal característica diferencial de este vehículo se encuentra en el material de la parte superior de la carrocería. A partior de observar que la mayor inversión procedía de la estampación y matricería, y el consumo energético de las fábricas, los creadores de este prototipo decidieron utilizar procesos que prescindieran de la estampación, apostando por composites formados por tejido y resin.
Así las cosas, se han propuesto fabricar un coche con una carrocería de origen vegetal al 90 % y con un 25 % menos de piezas y materiales. Además, los diferentes componentes de la ksima serán simples, fáciles de desmontar, reparar y reciclar.
Para ello, los moldes de la carrocería se fabrican con impresión 3D, creando un proceso sostenible y flexible, y deshechando la fibra de carbono, ya que esta contamina mucho, por lo que investigaron las características del lino y a la resina biobasada, una resina compuesta en el 90 % por soja y vainilla, lo que les permite recuperar el material una vez que el coche acaba su vida útil, transformando este material en otros objetos como tablas de surf o patinetes incluso.
Los promotores de este modelo calculan que la primera microfábrica para fabricarlo se establecerá en España, en una nave de alrededor de 25.000 metros, en la que se podrían fabricar entre 4.500 y 5.000 unidades al año en 2024. Más adelante, en 2025, calculan que podrían fabricar 15.000 unidades, y en 2026 ya podrían hablar de 50.000 coches.
Otro aspecto clave del coche será su comercialización, que se llevará a cabo por venta directa, es decir, sin intermediarios y por internet; al tiempo que la posventa se realizará en los talleres que la compañía Bridgestone tiene en Europa, unos talleres que en España se conocen bajo la marca First Stop.