Los coches de hidrógeno tardan menos en recuperar la autonomía y esta es bastante superior que en los coches eléctricos, sin embargo hay una barrera que podría impedir que los coches de hidrógeno sean una alternativa real a los coches eléctricos: los puntos de recarga.
Los coches de hidrógeno o de pila de combustible son, a día de hoy, ejemplos de una tecnología prometedora, pero que cuenta con importantes inconvenientes para su producción a gran escala.
De esta manera, el hidrógeno ha demostrado su valía como combustible para la automoción, ya que es totalmente respetuoso con el medio ambiente y ofrece unas prestaciones muy similares a modelos que utilizan motores diésel y/o gasolina... pero si se comparan con los coches eléctricos de batería, tienen ventajas e inconvenientes.
Entre las primeras, destaca que su tiempo de recarga es muy inferior, ya que son capaces de recuperar el 100 % de la carga de la batería en apenas unos minutos; al mismo tiempo que, como norma general, ofrecen una autonomía mayor, que puede llegar en algunos casos a los 700 kms., en linea con los vehículos de combustión.
Por contra, en el lado de los inconveniente, nos encontramos con que son más caros, pero sobre todo, con que es muy difícil encontrar dónde repostar hidrógeno.
En cualquier caso, aunque cada vez son más los proyectos para impulsar la producción y uso del hidrógeno como combustible, especialmente el denominado hidrógeno verde que se genera con fuentes renovables, todavía son muy pocos los puntos de recarga disponibles.
Así las cosas, en la reciente Cumbre Internacional del Clima (COP27) se ha acordado la creación de un centenar de valles de hidrógeno que facilitarán la producción, uso y transporte de este componente; pero con todo y con eso, parece que todavía tardaremos mucho tiempo en ver el suficiente número de hidrogeneras de uso público. Como ejemplo, podemos aportar que a día de hoy, solo hay cinco estaciones de hidrógeno en toda España.
Todavía más lejano se encuentra el momento en el que tengamos puntos de recarga de hidrógeno en casa, y ese será el momento en el que los coches eléctricos de batería y los de pila de combustible podrán competir en igualdad de condiciones.