La madera y el serrín podrían servir para fabricar baterías eléctricas en el futuro

La madera y el serrín podrían servir para fabricar baterías eléctricas en el futuro

La empresa neozelandesa CarbonScape pretende revolucionar el proceso de fabricación de las baterías de iones de litio para coches eléctricos sustituyendo el habitual grafito de los ánodos por “biografito”, un material menos contaminante fabricado a partir de subproductos de la silvicultura y la industria maderera como astillas y serrín.

 

Según CarbonScape, el proceso de producción de este biografitoahorra hasta 30 toneladas de emisiones de CO₂ por tonelada” en comparación con el del grafito sintético o del extraído de las minas.

Según fuentes de la compañía, el grafito sintético es un material crítico, cada vez más escaso, que en la actualidad llega a suponer casi la mitad de la mezcla de materiales en una batería de iones de litio.

Para tratar de solucionar los problemas relacionados con esta escasez, esta empresa neozelandesa ha patentado y y ya ha empezado a desarrollar su biografito, fabricado a partir de subproductos forestales en 2016, y lo define como “una alternativa sostenible al grafito sintético (derivado del petróleo) y natural (extraído de minas)”, asegurando que su proceso de fabricación tiene una huella de carbono muy baja.

En concreto, CarbonScape calcula que el uso de biografitopodría reducir la huella de carbono de cada batería en casi un tercio”, lo que potencialmente podría reducir las emisiones del sector en más de 86 millones de toneladas de CO2 al año para 2030.

De esta manera, desde la empresa neozelandesa defienden que no solo el litio es importante, ya que en cada coche eléctrico hay alrededor de 52 kilos de grafito, un material que  Europa apenas posee.

Así las cosas, esta empresa neozelandesa acaba de conseguir 18 millones de dólares en una ronda de financiación liderada por el mayor proveedor europeo de material de construcción de madera, Stora Enso, y otros inversores como el fabricante de baterías Amperex Technology, con sede en Hong Kong, para poder empezar a comercializar sus materiales en Europa y EEUU.

En este sentido, Ivan Williams, director general de CarbonScape ha explicado que “si realmente queremos dejar atrás el carbono fósil y alimentar nuestras economías mediante la electrificación masiva, necesitamos urgentemente alternativas sostenibles como el biografito para poder ampliarlas rápidamente”, al tiempo que han calculado que “utilizando menos del 5% de los subproductos de la industria forestal generados anualmente en Europa y Norteamérica, CarbonScape podría producir suficiente biografito para satisfacer la mitad de la demanda mundial de grafito prevista para las baterías de vehículos eléctricos y de red eléctrica de aquí a 2030”, aunque de momento no revela detalles del proceso.

De esta manera, la demanda de grafito es tan elevada que se prevé un déficit mundial de 777.000 toneladas anuales para 2030, y sólo las ventas de vehículos eléctricos se triplicarán para esa fecha, según un estudio del Gobierno Australiano que dice que “se necesitarán unos 12.000 millones de dólares de inversión en grafito de aquí a 2030”.

En la misma línea, los expertos de Benchmark Mineral Intelligence han explicado que para satisfacer la demanda estimada para entonces, deberían encontrarse “hasta 97 nuevas minas de aquí a 2035”, mientras que en 2021, las reservas mundiales de grafito se estimaban en más de 330 millones de toneladas. Además, en todo el mundo sólo se produjeron 1,3 millones de toneladas de grafito en 2021, según un estudio del Servicio Geológico de EEUU, de las cuales unas 850.000 toneladas procedían de China.

Refinar grafito es un proceso complejo y caro que tiene que superar trabas regulatorias, por lo que la alternativa del biografito resulta prometedora, y otros grandes fabricantes de baterías como el gigante sueco Northvolt están también estudiando ya la posibilidad de desarrollar baterías que utilicen el carbono contenido en la madera local para reducir su impacto ambiental y su coste.

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