La idea de que los conductores de los coches eléctricos paguen más impuestos por desplazarse en sus vehículos para compensar la reducción de recaudación de impuestos por los carburantes no es nueva. Y ahora ha sido Irlanda la que estaría apostando por esta solución, según un documento presentado por el Ministerio de Transporte del país, que supondría poner en marcha peajes para los recorridos en coche eléctrico
Como ejemplo, el documento indica que ir de Maynooth al centro de Dublín, algo menos de 39 kilómetros, costaría 38 euros, o cubrir los 260 kms. desde la localidad de Cork a la capital, supondría 163 euros.
Las reacciones no se han hecho esperar, y varios políticos se han apresurado a indicar que se trata sólo de un estudio, y que no está prevista su implantación por el momento.
De esta manera, desde el Gobierno han indicado que no hay una propuesta formal para poner esta medida en marcha, y que el camino para la reducción de emisiones está marcado por el apoyo al coche eléctrico, y también por el refuerzo de los medios de transporte públicos.
Sin embargo, al mismo tiempo, el propio gobierno irlandés trabaja en varios escenarios donde el objetivo es la reducción del uso del coche privado.
Estamos de esta manera ante una iniciativa de reducción de emisiones que contempla algunas medidas como un impuesto anual basado en el kilometraje, o la posibilidad de implantar peajes en las principales vías, el caso es que la administración irlandesa está lanzando globos sonda para ver cuáles pueden ser las alternativas para aumentar los impuestos sin recibir el rechazo de los votantes.
Se trata de una medida extraña, ya que por un lado existe un impuesto anual a la circulación, que debería cubrir los costes que provocan los vehículos; y por otro lado, la pérdida de ingresos por impuestos se podrán compensar con creces con una economía descarbonizada, donde la energía se producirá de forma interna, y no vendrá de ciertos países productores.
En cualquier caso, se trata de algo que provocará también la creación de cientos de miles de puestos de trabajo cualificados en sectores como la instalación y mantenimiento de los sistemas de energías renovables, expansión de las redes de recarga para coches eléctricos, reciclaje de baterías..etc, aunque también permitirá reducir los costes médicos relacionados con el impacto en la salud de la población por la exposición a las partículas contaminantes que emiten los motores de combustión, principalmente en las zonas más pobladas.