Los puntos de carga bidireccionales que integran al coche eléctrico como un acumulador y contribuyen al ahorro energético se convierten en tendencia

Los puntos de carga bidireccionales que integran al coche eléctrico como un acumulador y contribuyen al ahorro energético se convierten en tendencia

Los expertos aseguran que en breve será necesario pasar de un sistema centralizado, en el que unas pocas plantas de electricidad productoras abastecen a un gran territorio, a otro descentralizado, e incluso atomizado, que deberá apoyarse en el crecimiento del autoconsumo y la capacidad de almacenar energía renovable. Y los puntos de carga bidireccionales que integran al coche eléctrico como un acumulador más del hogar, contribuyendo así al ahorro energético, podrían ser parte de la solución.

 

Según la Unef, en 2022, el crecimiento de instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo en España fue de un 108 %, lo que supone más de 2,5 GW, y de los que un 32 % corresponden al segmento doméstico; y las previsiones de futuro para este ámbito son igualmente optimistas, ya que estiman una penetración de entre 9 GW y 14 GW en 2030,

En este sentido, José Antonio Afonso, responsable del segmento Commercial Building en Eaton Iberia, una compañía que proporciona soluciones de eficiencia energética a clientes en más de 170 países, “para dar respuesta de forma sólida a este cambio de modelo energético necesitamos hacer partícipe a todo el mundo; pasar a un modelo cooperativista, podríamos decir”; para añadir que se trata de un modelo en el que edificios industriales, comerciales e incluso “una familia en su casa son capaces de producir, consumir y orientar la acumulación de excedente para inyectarlo a la red o cargar el coche eléctrico”.

Afonso opina que el coche eléctrico cuanta con un excedente que puede reinyectar energía a la vivienda gracias a las infraestructuras de recarga bidireccionales (V2G) y a nuevos inversores híbridos, “que permiten esa doble comunicación entre todas las partes de una vivienda, tanto lo que viene de placas como de la red eléctrica, lo tú puedes traer de tu coche eléctrico o lo que tengas acumulado con otros sistemas de almacenamiento”.

Según explica un amplio reportaje del Extra Eneregía del diario El País, esta nueva configuración, denominada building as a grid, entiende cada edificio como una minirred eléctrica propia, y potencia la eficiencia energética del sistema general.

En esta linea, Iberdrola, una de las empresas pioneras en potenciar infraestructuras de recarga para vehículos eléctricos (IRVE) en España, ha impulsado casi 27.000 puntos privados de recarga, entre los sectores residencial e industrial. “Donde mayor crecimiento estamos viendo hoy es, principalmente, entre los domésticos, mayormente hogares unifamiliares”, explica Carlos Pascual, responsable de Soluciones de Gestión Energética de la compañí, que ha explicado que “ahora estamos en un 60 % unifamiliares y un 40 % edificios en altura, pero eso yo creo que va a cambiar radicalmente en los próximos años a medida que el coche eléctrico se haga más popular”.

Según ha explicado Pascual, “esa optimización local puede ser una utilización verde, mínima en emisión de CO2; una optimización económica, mínimo coste a final de mes, o una mezcla de las dos”. Por ejemplo, que el sistema, apoyado en la inteligencia artificial, elija automáticamente la tarifa horaria más barata (nocturna) para recargar la batería del coche o, en combinación con una instalación de autoconsumo, el momento de mayor producción fotovoltaica de esta, evitando tirar de la red.

Según el experto de Iberdrola, el ahorro en la factura puede oscilar entre un 10 % y un 30 %; y si prima el compromiso medioambiental, se puede configurar que el VE cargue durante las franjas con mayor generación de renovables, lo que supondría realizar un consumo mucho más limpio.

De esta manera, más allá del potencial acumulador frente a otros dispositivos que suele incorporar el autoconsumo, tales como baterías de ion de litio, aún de alto coste, las IRVE domésticas podrían suponer un pilar más, e importante, para la transición energética, ya que “no solo va a mejorar la eficiencia del consumo en función del almacenamiento de energía y su utilización en el momento que mejor nos convenga; también estamos hablando de una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero”, convirtiéndose en un factor clave para potenciar la penetración del coche eléctrico en ciudades y carreteras.

Estilo de Vida