Noruega es el paradigma del éxito en la implantación del coche eléctrico, gracias al trabajo desarrollado desde el sector público, que empujó literalmente a la gente a comprarse este tipo de vehículos, una apuesta que ha permitido al país nórdico ser líder mundial en implantación de esta tecnología en ventas por habitante.
Pero ¿cómo lo ha logrado?. Noruega es una excepción en un mercado donde los eléctricos son una pequeña parte de las ventas, manteniendo un mercado que el pasado mes de marzo acumulaba un 60 % de ventas de coches eléctricos puros, a los que podemos añadir un 15 % de híbridos enchufables, lo que nos indica que allí, el final de las ventas de coches con motor de combustión está mucho más cerca de lo esperado.
La respuesta pasa por el decidido apoyo que desde el año 1995 los diferentes gobiernos que han pasado han realizado al coche eléctrico, con medidas como la de aplicar una exención de impuestos a los vehículos, ofrecer estacionamiento gratuito en el centro de la ciudades, peajes también gratuitos, pasajes en el ferry para el coche; además de el apoyo a la expansión de una red de recarga que ha sido uno de los pilares para ello.
Esto ha llevado a que mucha gente se vea empujada a comprar un eléctrico ya que a la hora de hacer números estos salen mucho más baratos, un factor que convierte a los modelos con motor de combustión en alternativas minoritarias para los que buscan un coche para sus viajes más largos, algo a lo que se añade que la práctica totalidad de la electricidad que obtiene Noruega procede de renovables, como la hidroeléctrica, lo que hace que sea además más sostenible.
Por otra parte, aunque su avance ha sido mucho más rápido que en el resto del mundo, no hace mucho los coches eléctricos eran conocidos por pocos noruegos, y fue en el año 2010 cuando comenzaron a llegar al mercado los primeros modelos de producción en cadena, las ventas eran todavía muy bajas y casi nadie conocía qué modelos eléctricos había a la venta.
A pesar de que los precios de los vehículos, incluso con ayudas, eran muy elevados, las ventas comenzaron a tomar una senda positiva en cada ejercicio, lo que supuso que en el inicio de la era del coche eléctrico moderno muchos noruegos apostasen por la tecnología adquiriendo el coche más caro que se habían comprado nunca, algo que esperaban compensar con la batería de medidas de ayudas que había puesto en marcha décadas atrás el gobierno.
Las matriculaciones fueron aumentando según se hacían más conocidos los coches, pero también según aumentaba la oferta y las prestaciones de los vehículos, algo que ha tenido como su punto de inflexión cuando las ventas han disparado su cuota de mercado impulsadas por la llegada de importantes novedades y por el hundimiento de las matriculaciones de coches con motor de combustión... y es que el 17.7 % de los coches que se han vendido en marzo contaban con motor diésel o gasolina.