La empresa Electreon acaba de batir el récord mundial de la distancia más larga recorrida por un coche eléctrico sin detenerse, y todo gracias a una revolucionaria tecnología de carga rápida inalámbrica, que le ha permitido recorrer casi 2.000 kilómetros en más de 100 horas, sin parar a cargar las baterías.
Los nuevos modelos de coches eléctricos ofrecen una potencia y aceleración equiparánble a los vehículos de combustión interna, lo que viene a demostrar que son una opción cada vez más viable para quienes buscan un buen rendimiento sin sacrificar la sostenibilidad.
Así las cosas, gracias a los avances en la tecnología de las baterías y a la optimización de los sistemas de gestión de energía, los coches eléctricos están consiguiendo incrementar su rango de conducción de manera significativa, hasta el punto de que ahora es posible recorrer distancias más largas sin necesidad de recargar, lo que vendría a eliminar una de las preocupaciones más comunes asociadas con estos vehículos.
En este contexto, y a través de las redes sociales, la empresa Electreon, con sede en Israel ha confirmado que ha batido el récord mundial de la distancia más larga recorrida por un coche eléctrico sin detenerse, ya que ha logrado realizar establecer un viaje de 1.942 kilómetros, que se prolongó durante más de 100 horas, e involucrando un relevo de 55 conductores... y todo ello sin detenerse.
Gran parte de este logro se atribuye a una innovadora tecnología de carga rápida desarrollada por la compañía, cuyo revolucionario sistema permite la carga de vehículos en movimiento mediante el uso de bobinas de cobre instaladas estratégicamente debajo del asfalto, facilitando la transferencia eficiente de energía desde la red eléctrica a la carretera.
Los receptores se instalan en el parte baja de los coches para transmitir la energía directamente al motor y la batería mientras están en movimiento, lo que significa que los coches eléctricos pueden cargar sus baterías mientras se desplazan, eliminando así la necesidad de hacer paradas prolongadas en las estaciones de carga.
Este revolucionario sistema, que cuenta con mecanismos de control y seguridad para asegurar una carga óptima, fácil y sencilla, ha permitido que la compañía confirme que esta solución se implementará en el primer proyecto de carretera inalámbrica pública en Alemania, con el objetivo de impulsar un autobús eléctrico cuya infraestructura tendrá un coste de 3.2 millones de euros.
La compañía espera que el sistema llegue también a otros países europeos con los que se han establecido negociaciones como Suecia, Francia y Bélgica.