La duración actual de una batería de coche eléctrico tiene como promedio entre los 10 y los 20 años antes de necesitar ser reemplazada... y es que, por desgracia, las baterías de polímero de iones de litio de los vehículos eléctricos pierden parte de su capacidad a lo largo de su vida útil.
Sin embargo, ésta pérdida de capacidad paulatina depende de varios factores. A continuación recogemos algunos de los trucos más destcados que pueden utilizarse para minimizar, en la medida de lo posible la pérdida de esta cacidad carga, y de esta manera optimizar nuestro coche eléctrico:
- Controlar la temperatura
Las temperaturas extremas pueden dañar seriamente la batería del coche y, por lo tanto, llegar a reducir el alcance de la conducción. De esta manera, los expertos aconsejan evitar tanto el frío como el calor extremos, aparcando el vehículo en una plaza de garaje cubierta si hay riesgo de afrontarlos.
- No cargar al 100 %
Será necesario estar pendiente del modo en que se utilizan las propias baterías y el vehículo. En este sentido, se recomienda cargar la batería entre el 20 % y el 80 % de la capacidad, ya que este tipo de dispositivos, utilizado en los coches eléctricos, puede durar más tiempo cuando no siempre están completamente cargadas, debido a que el calor generado durante la carga puede llegar a dañarla. Del mismo modo, también debe evitarse drenar la batería y dejarla demasiado cerca de estar vacía.
- Evitar las cargas rápidas siempre que sea posible
Para garantizar una mayor vida útil de nuestra batería es aconsejable reducir el número de veces que se recurre a un cargador de alta velocidad. De esta manera, el número de sesiones de carga de corriente contínua (CC) debe ser limitado ya que causa demasiadas reacciones químicas y genera exceso de energía térmica, lo que eventualmente debilita la capacidad de la batería para sostener una carga.