La pieza que más problemas provoca en un coche eléctrico es su batería, hasta el punto de que muchos coches eléctricos acaban directamente en el desguace por un daño ligero después de un accidente, lo que ocasiona que las aseguradoras den por siniestros coches de pocos kilómetros, lo que supone primas más altas y reduce los beneficios de la electricidad.
Las baterías suponen el 40 % del precio medio de un coche eléctrico, por lo que sustituirlas no merece la pena, un problema que hace que las marcas hayan optado por posiciones diferentes; y mientras que Ford y General Motors han creado paquetes más fáciles de reparar, el Model Y de Tesla equipa con un paquete de baterías estructural que va directo a la trituradora.
La decisión de Tesla de hacer que los paquetes de baterías sean "estructurales" y formen parte de la carrocería del coche, le ha permitido reducir los costes de producción, pero corre el riesgo de que esos costes repercutan en los consumidores y las aseguradoras. Aunque la compañía no ha querido hablar nunca sobre el papel de las aseguradoras en estas bajas, Elon Musk ha señalado que las primas de las aseguradoras de terceros "en algunos casos son irrazonablemente altas".
Según los expertos, la única solución para que las aseguradoras bajen el precio de sus primas pasa porque todos los fabricantes produzcan paquetes de baterías más fáciles de reparar y faciliten el acceso de terceros a los datos de las celdas de las baterías. En este sentido, Christoph Lauterwasser, director gerente del Centro Allianz de Tecnología, un instituto de investigación propiedad de Allianz, ha señalado que "el número de casos va a aumentar, por lo que la manipulación de las baterías es un punto crucial".
Este experto asegura que la producción de estas baterías emite mucho más CO2 que la conducción de vehículos tradicionales, lo que significa que los coches eléctricos deben recorrer miles de kilómetros antes de compensar esas emisiones extra. "Si se desecha el vehículo en una fase temprana, se ha perdido prácticamente toda la ventaja en términos de emisiones de CO2", ha señalado el experto, que asegura que los datos de las baterías es una de las principales luchas, y afirma que en Allianz han visto baterías rayadas en las que las celdas probablemente no estén dañadas, pero sin datos de diagnóstico, tiene que dar esos vehículos por perdidos.
Las aseguradoras y los expertos del sector también señalan que los coches eléctricos, al ir cargados con los elementos de seguridad más modernos, han tenido hasta ahora menos accidentes que los coches tradicionales.
Por su parte, Michael Hill, director de operaciones de la compañía de salvamento Synetiq, ha afirmado que en los últimos 12 meses se ha disparado el número de vehículos eléctricos en el área de aislamiento –donde deben ser revisados para evitar el riesgo de incendio– del astillero de la empresa en Doncaster, pasando de una docena cada 3 días a 20 al día. En este sentido, Hill ha explicado que "hemos observado un cambio muy importante en todos los fabricantes", y ha calculado que al menos el 95 % de las celdas de los cientos y miles de baterías de vehículos eléctricos e híbridos que almacenan están intactas y pueden reutilizarse.
La normativa de la UE sobre baterías, recientemente adoptada, no aborda específicamente su reparación, pero sí pide a la Comisión Europea que fomente normas que "faciliten el mantenimiento, la reparación y la reutilización". Las aseguradoras, por su parte, afirman que saben cómo solucionar el problema: fabricar baterías en secciones más pequeñas, o módulos, que sean más fáciles de reparar, y abrir los datos de diagnóstico a terceros para determinar el estado de las celdas de la batería.