Cargar el coche eléctrico si no se posee un garaje propio resulta un problemaa la hora de adoptar este tipo de vehículos. Sin embargo, hay muchas compañías conscientes de esta limitación que ya están trabajando en posibles soluciones, entre las que destaca una bastante comentada y que, por fin, está siendo implementada en el Ayuntamiento de Liverpool: la carga pública a través de las farolas.
De esta manera, la ciudad inglesa se ha aliado con Ubitricity para la instalación de 300 puntos de recarga en la calle, unos puntos que estarán disponibles para residentes y negocios locales en breve plazo.
Con este añadido, Liverpool contará con una generosa red de cargadores públicos de baja potencia, pero lo más interesante es que no romperán la estética de la ciudad, pues estarán integrados en la arquitectura urbana.
Con la alianza con Ubitricity, la ciudad pasará de 150 a 450 cargadores públicos, que estarán en localizaciones elegidas por los vecinos y serán instalados en las farolas ya existentes.
Cada punto de recarga dispone de una potencia de 5kW, 230 V y su instalación es realmente sencilla, no ocupando más de dos horas por cada farola. La idea es aprovechar que estas farolas ya están conectadas a la red eléctrica de la ciudad, y con una pequeña obra y un empalme, Ubitricity permite aprovechar también esos puntos para conectar el coche eléctrico.
La compañía, propiedad de Shell, ha explicado que este método es mucho más barato que la instalación de puntos de carga nuevos.
Los puntos elegidos se harán en base a las peticiones de los vecinos, donde desde el Ayuntamiento de Liverpool han explicado que reciben más de 10 peticiones a la semana.
Los visitantes también podrán utilizarlos, ya que estarán disponibles parta todos los conductores.
Desde las aplicaciones de recarga del móvil se podrá gestionar el pago, y cada farola tendrá un código QR para enlazarlo fácilmente.
La recarga en farolas no es un concepto nuevo, y fabricantes como BMW ya hace años que lo propusieron. Poco a poco el sistema ha ido consolidándose y ahora vemos que ciudades como Liverpool lo están teniendo muy en cuenta para ampliar su red de cargadores públicos.