Desarrollan un motor eléctrico sin hélices y muy silencioso, llamado a revolucionar los coches voladores

Desarrollan un motor eléctrico sin hélices y muy silencioso, llamado a revolucionar los coches voladores

En los últimos años, numerosas empresas de todo el mundo han presentado conceptos y prototipos de coches voladores eléctricos, hasta el punto de que algunos de ellos ya han llevado a cabo sus primeras pruebas de vuelo. Con todo, quedan importantes retos por superar para que podamos usar estos novedosos vehículos con normalidad, tales como el regulatorio, o el desarrollo de la tecnología necesaria para hacerlos más silenciosos.

 

Prácticamente, todos los vehículos de despegue y aterrizaje vertical (VTOL) son eléctricos, pero el uso de grandes hélices en varios rotores que giran a gran velocidad, provoca un ruido considerable, que podría contribuir a la contaminación acústica de las ciudades, perjudicando así su despliegue. Los fabricantes de aviones ya están trabajando en ello, con métodos y soluciones tecnológicas que prometen hacerlos más silenciosos, y el subsector de coches voladores no quiere quedarse atrás.

Precisamente por este motivo, la empresa austriaca CycloTech, que lleva años desarrollando un motor aeronáutico compacto en forma de tambor con álabes ajustables, ha realizado una serie de pruebas de ruido en exteriores con ciclorotor. Según cuenta el diario digital El Español, al frente de los tests ha estado el ingeniero aeronáutico español Pedro Carrasco Laraña, experto en optimización del rendimiento acústico de la propulsión de aeronaves.

Así las cosas, CycloTech, que ya ha recibido autorización de los reguladores austriacos para llevar a cabo vuelos en exterior, y ahora se propone profundizar en el diseño de sus rotores, más parecidos al tambor de una lavadora doméstica que a un motor de avión. La propuesta consiste en adaptar al mundo de la aviación el impulsor Voith Schneider, un impulsor cicloidal que se usa en la propulsión marina y que es uno de los sistemas más maniobrables y eficientes del mercado.

De esta maneram, los denominados CycloRotors permiten un control directo e inmediato de la magnitud y la dirección del empuje en los 360 grados del eje de rotación, y en fracciones de segundo, lo que aporta una maniobrabilidad de la que otro tipo de propulsores no son capaces, haciendo que estos propulsores sean una solución viable para los nuevos modelos de eVTOL, como el que han diseñado junto a la empresa japonesa de transporte de mercancías Yamato.

La hiperpersonalización del empuje implica que los sistemas de vuelo pueden adaptarse casi instantáneamente a la meteorología adversa, uno de los problemas a los que se enfrentan los pilotos todos los días. En este sentido, los CycloRotors ofrecen agilidad a un nivel superior, y permiten reaccionar ante vientos cruzados y ráfagas de una manera mucho más rápida y efectiva, ya que en lugar de inclinar una unidad de hélice, contrarresta inmediatamente la fuerza aplicada.

El otro pilar sobre el que se asienta este concepto pasa porque permite disponer de toda la tecnología en un volumen muy pequeño, haciendo que las aeronaves con CycloRotors como sistema de empuje principal tengan una reducción de la superficie de hasta el 75 % que, junto a la capacidad de despegar y aterrizar en vertical con vuelo de impulso horizontal, hace de esta tecnología una solución perfecta para este tipo de aeronaves, a la que también pretenden añadir la etiqueta de silencios, con el objetivo de no perturbar la tranquilidad de los habitantes de las ciudades.

Con todo, la meta de CycloTech pasa por mejorar las prestaciones de sus motores, por lo que han llevado a cabo una investigación liderada por Carrasco para recabar todo tipo de datos y conocer con detalle la influencia de distintos parámetros en las características acústicas de los CyloRotors, minimizando la exposición al ruido en zonas pobladas.

De esta manera, según los datos revelados por la empresa austriaca, a 100 metros de distancia y en distintas condiciones de funcionamiento similares a las que experimentaría durante un vuelo, el CycloRotor genera un nivel de presión sonora global de 59 dBA, equivalente al nivel de ruido de una conversación a volumen normal entre dos personas. "Se trata de un resultado prometedor y CycloTech seguirá investigando y optimizando la firma aeroacústica del CycloRotor", ha explicado Carrasco, que confía en que se pueda mejorar aún más el rendimiento acústico de esta tecnología a través de nuevas investigaciones que servirán para orientar a los fabricantes hacia conceptos y prototipos de coches voladores todavía más silenciosos.

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