Al cierre de 2023, España contaba con un total de 29.301 puntos de recarga de acceso público, aunque más de una quinta parte de ellos no está operativo, bien por no tener acceso a la red de distribución o por estar averiados. Además, el 77 % de estos puntos de recarga tienen potencias de hasta 22 kW, es decir, de baja potencia que implica unos tiempos de recarga mínimos de tres horas.
El despliegue de puntos de recarga con potencias superiores a los 150 kW lo llevan a cabo, principalmente, los fabricantes de vehículos, y más en concreto, el 85 % de los postes de acceso público con una potencia superior a los 250 kW responde a proyectos de fabricantes de automóviles. De esta manera, tan solo el 5,2 % de los puntos de recarga de acceso público son de alta potencia, es decir, 1.525 postes al cierre de 2023.
La situación se agrava si se tiene en cuenta la falta de infraestructura de recarga rápida para los vehículos industriales, unos modelos que necesitan áreas específicas de carga, tanto en superficie como en potencia.
Según destaca un reportaje publicado por el diario digital El Economista,el año pasado se matricularon en España un total de 125.681 vehículos electrificados, un 48,4 % más en comparación con el ejercicio anterior, así como que los operadores de recarga sufren los mismos problemas que los clientes: la burocracia.
La instalación de un punto de recarga, hasta que este esté completamente operativo, conlleva más de un año y medio de espera, una situación que complica la rápida transformación del parque automovilístico hacia el vehículo eléctrico; algo que se agrava si tenemos en cuenta que la utilización media de estos puntos de recarga a lo largo del año pasado se situó en el 6,3 %, algo más de 2 puntos porcentuales por encima en comparación con 2022.
De esta manera, y aunque desde diversos sectores se asegura que la infraestructura actual es suficiente, la realidad es bien distinta si se tiene en cuenta que España se encuentra a la cola de Europa en electrificación.
Así las cosas, lo vivido en la Operación Retorno de Semana Santa en los cargadores de Tesla en Atalaya del Cañavate (Cuenca) se explica por diversas razones. Y es que en un primer momento, algunos usuarios reportaron que algún cargador no estaba operativo, pero también destaca que en esa zona de Cuenca la potencia eléctrica no llega al máximo.
Si los supercargadores de Tesla en esta área, en el que hay disponibles 10 puntos de recarga, tienen una capacidad de 150 kW, esta potencia pico nunca llega a alcanzarse, pero si a eso se suma la ansiedad de rango, es decir, querer tener el coche con la batería completamente cargada antes de que esta se haya descargado, que sufren algunos conductores, esto da como resultado la situación vivida durante el pasado fin de semana.
La compañía norteamericana tiene en España un total de 68 supercargadores, con un total de 627 puntos de recarga. De ellos, el 90 % están abiertos a que vehículos eléctricos de otras marcas puedan beneficiarse de la carga rápida de Tesla, es decir, aquellos que sean compatibles con carga CCS.
Lo cierto es que España, segundo productor europeo de vehículos y octavo del mundo, es uno de los mercados que más atrasado va en materia de movilidad eléctrica; y al cierre del primer trimestre del año, los vehículos electrificados en España eran el 12 % del total, frente a una media europea del 22,3 %, mientras que países vecinos como Portugal o Francia tienen cuotas de mercado del 31,8 % y del 26 %, respectivamente.