La llegada del coche eléctrico conllevará una necesaria la adaptación de las fábricas y maquinaria y de la especialización de sus trabajadores, algo que en el caso de SEAT, que ayer comenzó con las negociaciones de su nuevo convenio colectivo, preocupa a los sindicatos, que tienen pronósticos no demasiado optimistas para su plantilla.

Así las cosas, la negociación comenzó con preocupación por parte de los trabajadores, que estiman que la electrificación de la compañía podría suponer la reducción del 30 % de la plantilla en cinco años, lo que se traduce en 2.400 empleos solo en Martorell y 4.500 si se tiene en cuenta el conjunto de la plantilla en España.

Se trata pues de un año decisivo para las factorías españolas, cuyaa transición hacia el coche eléctrico no será sencilla, ya que implica cambios trascendentales a todos los niveles.

Uno de los indicadores más usados para medir la salud del coche eléctrico y su evolución es el empleo, y aunque no todo son buenas noticias para los trabajadores del sector, de los últimos informes se extrae que el fin de los motores de combustión destruirá empleos que el coche eléctrico recuperará.

En España los principales fabricantes de vehículos tienen muchos frentes abiertos, pues mientras siguen lidiando con la escasez de semiconductores, siguen registrando cifras de ventas insuficientes como para hablar de recuperación, al tiempo que, en este contexto de incertidumbre, en las principales plantas de producción se están empezando a llevar a cabo las negociaciones de los nuevos convenios colectivos, que acarrean la lógica preocupación de trabajadores y sus representantes.

En el caso de SEAT, la advertencia sobre el posible recorte de personal con la llegada del coche eléctrico ha sido matizada por portavoces de la empresa, que explican que “la transformación para producir coches eléctricos conlleva una reducción del 30 % de horas de fabricación en comparación con un modelo de combustión, pero eso no significa necesariamente que derive en el 30% de reducción de la plantilla”.

Por otra parte, también han explicado que ya están trabajando “para aumentar los volúmenes de producción en los próximos años y poder compensar parcialmente esta disminución”. Por el momento, el presidente del comité de empresa y miembro del consejo de supervisión del grupo Volkswagen, Matías Carnero, ha declarado que desde los sindicatos han emplazado a la empresa “a que cuantifique el excedente laboral en la próxima reunión y a que detalle su plan industrial” y han publicado una nota aclaratoria sobre las últimas reuniones llevadas a cabo con la empresa.

Los sindicatos mayoritarios UGT y CC.OO. han apuntado que, además de la fabricación del coche urbano eléctrico del grupo, es necesario contar con otra plataforma de fabricación que aporte volumen, y tienen la mirada puesta en la decisión final del Grupo Volkswagen sobre la adjudicación o no de la fabricación de motores eléctricos a la planta de SEAT Componentes en el Prat de Llobregat.