California obligará por Ley a que las baterías de los coches eléctricos estén garantizadas para el 80 % de capacidad, en 15 años o 240.000 kms.

California obligará por Ley a que las baterías de los coches eléctricos estén garantizadas para el 80 % de capacidad, en 15 años o 240.000 kms.

El estado norteamericano de California se ha puesto como objetivo  para 2035 que un 80 % de los coches nuevos que se vendan sean eléctricos, y ya ha comenzado a pensar qué pasará cuando las baterías vayan perdiendo capacidad, lo que supondría un problema medioambiental en el caso de que haya que sustituir, reciclar, reutilizar o simplemente desmantelar este elemento.

 

Esta degradación se produce en el interior de las celdas que componen los paquetes de baterías y no es otra cosa que la pérdida de efectividad de la reacción química que se produce en su interior. La pérdida ocurre con el uso a medida que se realizan ciclos de carga-descarga o el estrés al que se les somete con cargas rápidas, pero también por el simple paso del tiempo.

El resultado de esta caída en el rendimiento químico de las baterías se traduce en la imposibilidad de alcanzar la autonomía de cuando el coche eléctrico era nuevo, a lo que California responderá con una iniciativa que ha partido de la Junta de Recursos del Aire de California (CARB), el organismo encargado de regular las normativas de emisiones y de gestionar el plan de movilidad sostenible.

De esta manera, la CARB ha publicado una serie de recomendaciones que quieren convertir en ley, y por las cuales los fabricantes estén obligados a certificar que las baterías de los coches eléctricos mantengan un 80 % de su capacidad pasados 15 años o 150.000 millas, algo más de 240.000 km.

Estas reglas se aplicarían a partir del año 2026, a través de una norma que también contemplaría aquellos vehículos eléctricos alimentados por pila de combustible de hidrógeno, que en su caso tendrán que mantener un 90 % de su autonomía pasadas 4.000 horas de uso. Además, y para una mayor transparencia, la CARB también apunta a que los fabricantes tendrán que implementar un valor que represente el estado de salud de la batería (SOH), que represente la capacidad útil del paquete descontando la degradación y que deberá ser accesible por el cliente.

Este indicador también se utilizará para determinar cuándo el fabricante se hará cargo de la sustitución dentro de la garantía del paquete de baterías, unas garantías que la CARB quiere llevar hasta los 10 años y 150.000 millas, por encima de lo que ofrecen actualmente los fabricantes.

De esta manera, California se está convirtiendo en un estado pionero y un espejo en el que el resto de países que quieren impulsar el coche eléctrico tendrán que reflejarse en el futuro.

Garantizar por ley baterías más longevas ayudará a reducir la huella de carbono inherente a la fabricación de un coche eléctrico y al mismo tiempo a reducir la creciente demanda de baterías y su producción, además de impulsar el desarrollo de tecnologías que nos lleven hacia baterías más eficientes.

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