El director ejecutivo de Audi, Markus Duesmann, ha confirmado que la marca ha decidido dar por finalizado el desarrollo de nuevos motores de combustión interna con el objetivo de alinearse con el Grupo Volkswagen y afrontar de lleno la era eléctrica.
Entre los motivos con que Duesmann justificó esta decisión, destacan la apuesta decidida del Grupo Volkswagen por la electrificación y la nueva normativa europea Euro 7, que entrará en vigor en 2026 y que supone la reducción de un 40 % en el límite actual de emisiones que está fijado en 95 gramos de CO2 por km, lo que significa que a partir de este año, el límite será de 40 gramos de CO2 por Km para todo aquel vehículo que emita este tipo de gas contaminante.
Este objetivo impuesto por Europa es complicado de alcanzar y se requiere de mucha tecnología, desarrollo e inversión para lograrlo con motores de combustión, mucho más complejos, con más piezas y con un mayor mantenimiento que los eléctricos.
Por el momento Audi no ha proporcionado la fecha exacta de cuando dejará de fabricar coches de combustión, ni tampoco de cuando dejará de venderlos, aunque según todos los indicios, esta fecha se situará entre 2025 o 2030, dependiendo de lo rápido que evolucione el interés del coche eléctrico.
Recientemente, el fabricante alemán Mercedes-Benz (Daimler) anunció su fecha de finalización de sus coches de combustión, una tendencia a la que cada vez más fabricantes se están sumando. De esta manera, Jaguar lo anunció para 2025, Honda venderá solo coches híbridos y eléctricos a partir del año 2022 y otros fabricantes como Ford o Mini han marcado 2030 como fecha límite para su transición total a la movilidad eléctrica.