Ford acaba de presentar un nuevo SUV eléctrico, un coche que sirve para reposicionar uno de sus míticos modelos, y que ofrece una alternativa más pequeña y barata, con 4,46 metros de longitud, bastante alejado de los más de cinco metros de su versión híbrida enchufable, y con el que jugará en un segmento que se convertirá en uno de los grandes campos de batalla en los próximos años.

La clave para Ford pasa por entrar a jugar en un terreno que todavía está por explorar y que, además, le permite ofrecer una alternativa a medio camino entre el Ford Puma y el Ford Kuga, con una habitabilidad parecida a la que se puede encontrar en modelos parecidos de mayor tamaño.

Este nuevo Ford Explorer eléctrico estará en un entorno de precio cercano a los 45.000 euros, y contará con una mecánicas basada en una versión de tracción trasera y total, con una batería que podría pasar del 10 al 80 % de autonomía en apenas 25 minutos, aunque todavía no se ha llegado a confirmar su el tamaño ni el número de kilómetros que se podrán realizar con ella.

En su interior, este modelo adopta algunas soluciones como un cuadro de instrumentos limitado a una pantalla de cinco pulgadas, mientras que la central es una enorme tablet de 15 pulgadas con movimiento incluido. Además se puede regular en altura y, cuando se posiciona en su parte baja, oculta un nuevo acceso para dejar pertenencias de valor, todo en un espacio que incluye dos puertos USB y otros mandos físicos para el control del climatizador, además de espacios de carga inalámbrica para el teléfono móvil.

En el apartado de confort, el coche incluye de serie un volante y asientos delanteros calefactados, que en el caso del conductor también incluyen masaje. El vehículo contará además con portón eléctrico que se abre sin manos, al tiempo que tendrá acceso sin llave al interior del vehículo.

Las ayudas a la conducción contarán con un control de crucero adaptativo con mantenimiento en el carril y asistencia en el cambio de carril, que permite el traslado al espacio contiguo con solo apretar el mando del intermitente. Además, incluye un aviso para los conductores para que, en caso de acercarse un ciclista o motorista, no abran la puerta, y un sistema de visión periférica que ayudará al conductor a evitar pequeños golpes al estacionar en plazas pequeñas, además de un sistema de estacionamiento automático tanto en línea como en batería, y todo ello, gracias a 12 sensores ultrasónicos, cinco cámaras y tres radares.

Ford ha abierto ya la lista de pedidos, aunque las primeras entregas no se esperan hasta 2024, mientras que el inicio de la producción podría comenzar a lo largo de este año en la fábrica de Ford de Colonia.