La segunda convocatoria del PERTE del coche eléctrico se aplazará unos meses y ampliará el plazo de presentación de proyectos, para evitar que, tal y como ocurrió en la primera convocatoria, quede el 75 % del presupuesto sin asignar.

El Gobierno es consciente de que la primera convocatoria del PERTE del motor ha sido un fracaso total, ya que han quedado 2.182 millones de euros sin asignar a consecuencia de las carencias de dicho plan.

Se trata de un programa de incentivación de la industria en diferentes sectores de la automoción, especialmente en lo relativo al coche eléctrico, que durante su primer año no tuvo el éxito esperado, motivo por el que el Gobierno ha decidido realizar una reforma del plan de cara a la segunda convocatoria, que ahora se aplazará unos meses.

Así lo ha confirmado Francisco Blanco, nuevo secretario de Industria y Pyme desde el pasado 27 de diciembre, que ha avanzado que uno de los principales cambios a implementar será el plazo de presentación de los proyectos, que en 2022 era de solo un mes. De esta manera, Blanco ha explicado que «en vez de tener un mes para presentar proyectos, queremos que sean seis, ocho meses y en un supuesto ideal que la ventanilla esté abierta todo el año».

La industria automotriz española necesita que el PERTE sea eficaz si quiere mantenerse en una posición predominante en la Unión Europea, por lo que se atenderá la petición del sector automotriz de permitir presentar proyectos unitarios de forma sencilla, algo que en la primera convocatoria planteó numerosos problemas.

Este programa sustentado en subvenciones y créditos al 0 % llegará presumiblemente durante el segundo trimestre del año, aunque Blanco ha puesto en duda la fecha marcada por la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, afirmando que «es difícil. Lo que sí veo seguro es que esté en el primer semestre. El PERTE es un tema prioritario, le estamos dando mucha importancia».

El Ministerio de Industria pretende que el nuevo PERTE incluya un plazo ampliado para la ejecución de las inversiones, ya que en la actualidad, todo proyecto aprobado debe ejecutarse antes de junio de 2025, lo que ha llevado a importantes fabricantes, como Ford, Stellantis y Renault, a correr el riesgo de quedarse fuera. De hecho, Ford ya renunció al dinero previamente asignado, y que pretendía invertir en la planta de Almussafes, Valencia, por este motivo.