El coche eléctrico se queda sin ayudas públicas en los países donde más se vende

El coche eléctrico se queda sin ayudas públicas en los países donde más se vende

El coche eléctrico se ha convertido en lider de ventas en algunos países, lo que enseguida se ha convertido en la decisión de los Gobiernos de retirar las ayudas para su compra, o al menos, parte de ellas.

 

Conocido y ya publicado en Infoelectrico es el caso de Noruega, cuya gran cantidad de coches eléctricos comprados ha provocado un agujero en las cuentas estatales; pero ahora se ha sabido que países como China o Alemania también estarían afrontando serias dificultades en este sentido, lo que estaría llevando a sus correspondientes Gobiernos a impulsar medidas para dejar que este tipo de compras se financien por sí solas.

Según datos de ACEA, durante el año 2022, en Noruega se vendieron 138.287 coches eléctricos, un 21,6 % más que en 2021, cuando se matricularon 113.751 automóviles de este tipo; aunque la verdadera comparación se debe hacer con los vehículos de combustión, ya que la gasolina sólo matriculó 4.333 coches, con una caída del 42,1 %; mientras que el diésel sumó 5.427 matriculaciones, un 23,5 % menos que en 2021. Es decir, si se cuentan los híbridos (10.158 coches vendidos) y los híbridos enchufables (16.124 matriculaciones), el 94,40 % de los coches vendidos en este país nórdico estarían electrificados.

Todas estas cifras obligaron al Gobierno del país a tomar la decisiónde reducir significativamente las ayudas fiscales a estos coches y gravarlos donde más les duele, teniendo en cuenta que hasta la fecha, los coches eléctricos del país no pagaban impuesto de matriculación ni IVA.

Ahora esto cambiará, y el IVA, que en Noruega está situado en el 25 %, lo tendrán que abonar todos aquellos que compren un coche que supere las los 45.000 euros. Y es que, según datos del Gobierno noruego recogidos por Cinco Días, sólo en IVA el Estado habría dejado de ingresar alrededor de 3.570 millones de euros.

A esto habría que sumar que el Estado no puede recaudar tanto dinero como haría con las gasolineras, a pesar de que la mayoría de ellas se están transformando en electrolineras, por lo que también impondrá un nuevo gravamen al peso de los vehículos, lo que castiga especialmente el sobrepeso del coche eléctrico y a la amplia oferta de SUV eléctricos del mercado.

Visto este ejemplo, paises como Alemania están dando ya pasos agigantados para que los alicientes fiscales para comprar un nuevo coche enchufable se sitúen en retroceso. En este sentido, desde el pasado 1 de enero, los híbridos enchufables germanos han dejado de estar subvencionados. Este tipo de vehículos ya estaban en el punto de mira, pues antes se habían planteado que sólo se ayudara a la compra de aquellos híbridos enchufables con autonomías superiores a 80 kilómetros. Sin embargo, ahora los gobernantes han optado por eliminar toda ayuda.

Hasta diciembre del pasado año, en Alemania el descuento por comprar un coche eléctrico era de 9.000 euros si éste no superaba los 40.000 euros en su precio y de 7.500 euros si sobrepasaba esta barrera. En ambos casos, el fabricante ponía 3.000 euros de su bolsillo para alcanzar estas cifras. En 2023, sin embargo, la ayuda máxima se reducirá a 4.000 euros, en 2024 está previsto que solo pueda alcanzar los 3.000 euros, y a partir de 2025, los coches eléctricos deberían dejar de estar subvencionados, si los planes se cumplen.

Hay que recordar que en Alemania uno de cada tres vehículos vendidos es enchufable; y en total, se vendieron 471.394 automóviles completamente eléctricos, una cifra superior a la de vehículos híbridos eléctricos (465.228 unidades) e híbridos enchufables (362.093 unidades).

China también planea por esta senda, aunque su mercado cuenta con importantes peculiaridades, ya que se trata de un país que lleva años apostando fuerte por el coche eléctrico, algo que no solo le ha permitido convertirse en el mercado de coche eléctrico más vendido del mundo, sino que también le ha llevado a retirar las ayudas a su compra.

Su cuota de mercado supera el 20 %, una cifra suficiente para que el Estado retire los incentivos económicos para hacerse con uno de estos coches. Así las cosas, las marcas del país asiático, una vez eliminado el descuento estatal, se han enfrascado en una guerra de precios que ha arrastrado a las firmas occidentales, que hasta ahora tenían una posición privilegiada, argumentando un mayor estándar de calidad.

La ventaja para el Gobierno chino es que se el país se puede permitir este movimiento, ya que el mercado está muy asentado y los fabricantes dominan una cadena de suministro que les da ventaja competitiva en el mercado, lo que les les permite seguir reduciendo precios y seguir ofreciendo una tecnología novedosa a un precio competitivo, que les permite dar el salto a nuevos mercados, haciendo que sus exportaciones hayan crecido un 120 % en 2022.

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