El coche eléctrico en Europa es un 40 % más caro que uno de combustión, mientras que en China es solo un 10 %

El coche eléctrico en Europa es un 40 % más caro que uno de combustión, mientras que en China es solo un 10 %

La transición hacia el coche eléctrico se ha convertiro en una carrera liderada por China como país más avanzado en este ámbito, que le ha permitido convertirse en un referente y una potencia mundial en este sector, algo que nunca llegó a conseguir con el coche de combustión.

 

La mayoría de los analistas defienden que 2023 será el punto de inflexión en el que se venderán más coches eléctricos que de combustión, y el rápido avance que está viviendo China le ha permitido volver a recuperar el liderazgo mundial en el sector al triplicar la venta de coches eléctricos hasta 3,3 millones de unidades, la mitad del total mundial.

En este contexto, Europa quedó relegada a la segunda posición a mucha distancia, y eso pese a que registró un aumento del 6 5%, hasta 2,3 millones. Por su parte, Estados Unidos duplicó sus cifras de 2020 tras dos años de caída, pero muy por detrás, con 630.000 matriculaciones, aunque es previsible un rápido despegue en los próximos años con el plan que el presidente Joe Biden quiere implantar para acelerar esta transición.

Así las cosas, la expansión vivida en poco tiempo del vehículo eléctrico en China tendría que ver en gran medida con la reducción de la brecha de precios respecto al motor de combustión tradicional, ya que las tarifas medias fueron en 2021 apenas un 10 % superiores, cuando en otros países y mercados como el europeo ese diferencial se sitúa entre un 40 y un 50 % para modelos equivalentes.

Pero si por si fuera poco, el país asiático concentró el pasado año el 95 % de los vehículos eléctricos de dos o tres ruedas registrados en el mundo y el 90 % de los autobuses y camiones, a lo que hay que añadir un desarrollo mucho más rápido de las infraestructuras de recarga.

Entre las claves del despegue de los vehículos eléctricos en el país asiático destacan las subvenciones e incentivos públicos, que se duplicaron el pasado año para llegar a cerca de 30.000 millones de dólares, a lo que se sumará la eclosión de la oferta por parte de los fabricantes, que cuentan en sus catálogos con nada menos que 450 modelos en total, lo que representa cinco veces más que hace siete años, y muy por encima de la variedad de modelos con que cuenta el mercado europeo.

En países como Brasil, India o Indonesia el porcentaje de ventas en 2021 fue inferior al 0,5 %, debido a un proceso y una transición que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) calcula que si se mantienen las políticas actuales, las ventas de vehículos eléctricos en el mundo representarían más del 20 % en 2030, frente a cerca del 10 % en 2021, aunque considera que para cumplir los objetivos climáticos ese porcentaje tendría que ser del 60 %.

Según la AIE, a finales de 2021 había alrededor de 16,5 millones de vehículos eléctricos por todo el mundo, una cifra que se ha triplicado desde 2018, con una tendencia que se mantiene en lo que va de año, pese a los problemas de aprovisionamiento de componentes como microchips y de materias primas, que se ha agravado con la invasión rusa de Ucrania.

Así las cosas, a corto plazo los principales obstáculos para el despliegue de la tecnología eléctrica, según la AIE, son la escalada de precios de minerales imprescindibles para fabricar baterías, y los problemas de ruptura en la cadena de aprovisionamiento, con el litio como componente básico de esas baterías, que se cotiza ahora siete veces más caro que a comienzos de 2021, y el precio del níquel y el cobalto también  disparado.

Con todo, según la asociación, lo peor es que, de mantenerse a esos niveles, el precio de las baterías, que habían bajado un 13 % en 2020 y un 6 % en 2021 al masificarse la producción, aumentará este ejercicio nada menos que un 15 %.

Instituciones