En España se producen accidentes de tráfico continuamente, en concreto en el año 2021 se registraron 89.862 con víctimas. El caso es que están surgiendo nuevos problemas a la hora de intervenir en un accidente en un eléctrico dañado, ya que al no estar compuesto por los mismos materiales que uno de combustión, los riesgos a los que se expone el personal de emergencias son diferentes.
Algunos ejemplos de esto son, una derivación de la batería a la carrocería, incendios que pueden alargarse horas y días, explosiones, proyección de fragmentos, inhalación de sustancias químicas o gases son los riesgos que conllevan estos nuevos automóviles.
Los bomberos son conscientes del problema y están preparados para abordarlo, pero no siempre son los primeros que llegan al accidente, motivo por el que están alertandoal resto de profesionales que acuden a un accidente, y en concreto se han dirigido a los agentes de Tráfico, para que tengan en cuenta que el procedimiento de intervención no es el mismo que con los coches de combustión.
En este sentido, el mensaje que circula entre los agentes de la Benemérita es: “Me informan Bomberos que en accidentes donde se observe graves daños en un vehículo que sea híbrido o eléctrico, no podemos tocar la chapa del vehículo ya que puede haber una derivación de las baterías a la carrocería y quedamos "pegados". Sólo en caso de vida o muerte de las personas que están en el interior, el agente podrá valorar arriesgarse o no, pero el peligro es muy alto. Se avisa a Bomberos y ellos con un útil que tienen van testando en varias zonas de la carrocería si hay o no derivación, una vez comprobado eso, acceden al interior en busca de un fusible que llevan estos vehículos para asegurarse de que dejan aislada la tensión de las baterías. exp-player-logo TDCX con sede en el sudeste asiático y Singapur reconocida entre las empresas líderes de externalización Ver más Para tener en cuenta, es de otro grupo, pero me parece importante compartirlo".
Además, desde los Consorcios de Bomberos están desarrollando manuales a nivel particular del tipo: Intervención de vehículos con nuevas tecnologías de propulsión, que abordan los puntos a tener en cuenta para intervenir un vehículo eléctrico sin sufrir riesgos.
Ante estas cuestiones, los agentes de Tráfico se han puesto en alerta y han comenzado a demandar formación de manera oficial, y aunque él aún no la ha recibido, aseguran que tras la petición han comenzado a realizar jornadas de formación.
Así las cosas, el pasado mes de febrero, la Dirección General de la Guardia Civil, tras una valoración previa, desarrolló una ficha de actuación de riesgos, lo que se traduce en que desde el cuerpo de la Guardia Civil son conscientes del problema y están informando de este peligro a todos sus agentes.
Hasta la fecha, esta formación, impartida por las Acciones Formativas de Unidad que en este caso son bomberos, personal de Protección Civil, titulados en este tipo de emergencias, especialistas en mercancías peligrosas, está centrada en los agentes de Tráfico porque son los que acuden cuando se produce un accidente en carretera. No obstante, toda la información ya está presente en el manual de riesgos laborales para que pueda consultarla cualquier Guardia Civil.
Además de la formación, desde AUGC también piden más medios materiales, como guantes aislantes, o equipos de protección individual para acercarse al peligro sin asumir tantos riesgos.
La ficha de riesgos explica que lo primero es distinguir si se trata de un vehículo de combustión, gas, híbrido o eléctrico para poder ejecutar un procedimiento u otro. Este tipo de coches, híbridos y eléctricos, suelen llevar distintivos que ayudan a diferenciarlos o en el caso concreto de Tesla, la propia marca ya muestra que es un vehículo eléctrico.
En caso de incendios o explosiones, que pueden producirse por un sobrecalentamiento de la batería de iones de litio como consecuencia de un cortocircuito tras una colisión, la medida preventiva propuesta en la ficha de riesgos es que en el momento en el que se observe humo o fuego incipiente, o en el caso de las explosiones que se vean proyecciones de fragmentos o partículas, se deben adoptar medidas de seguridad.
El procedimiento que deben seguir los agentes de Tráfico son, en este orden:
- Si se aprecia el derrame en la calzada de líquidos o liberación de gases en el ambiente, como consecuencia de una colisión, adoptar medidas de precaución necesarias (distancia) en la aproximación a vehículos eléctricos o híbridos siniestrados.
- En caso de existir daños en las baterías o derrama de fluidos procedentes de las mismas, se deberá establecer un perímetro de seguridad -50 metros-, aislando del mismo a cualquier persona que pudiera resultar herida.
- En cualquier caso deberá ser el servicio de Bomberos el que determine cuando será seguro poder acceder nuevamente al lugar.
- Si fuese necesaria la excarcelación de algún herido o si el vehículo implicado presentase daños estructurales que precisarán la intervención del servicio de Bomberos, deben informar al COS (Centro Operativo de Servicios) o COTA (Centro Operativo de Tráfico) de toda la información que tengan del vehículo en cuestión (marca y modelo) al objeto de poder ir consultando la Hoja de Rescate. En caso de contacto eléctrico
El manual también explica que el motor eléctrico es alimentado por corriente alterna denominada Alta Tensión (AT), pudiendo alcanzar en algunas marcas y modelos los 1.000 voltios, una tensión bastante mayor que la que tiene un enchufe de casa, en torno a 220-250 voltios.
Según la ficha de riesgo, la intervención más correcta en carretera es, una vez identificado el tipo de vehículo, cerciorarse de que el vehículo no se encuentra en funcionamiento, activar el freno de estacionamiento y mantener la palanca en punto muerto, alejar la llave fuera del ámbito de cobertura y no manipular ni la batería ni la caja metálica que la recubre ni los elementos de alto voltaje del vehículo hasta que no lleguen los bomberos con las herramientas específicas para ello.